Días atrás, la panelista de Intratables y ex novia del vicepresidente Amado Boudou preguntó qué periodista se había sentido amenazado durante el kirchnerismo. Le recordé el increíble caso Juan Miceli y Agustina Kampfer dijo que se trataba de una excepción. En casi 13 años de conflictiva relación con el periodismo y los medios, el oficialismo hizo de la excepción, como la de Miceli, una regla. Desde los estudios de Radio de la Ciudad, AM 1110, donde Miceli conduce el magazine “Arriba Juan”, el ex periodista de Telenoche responde a todo:
— ¿Cómo analizas el futuro del periodismo en relación con el próximo gobierno?
— No sabemos qué pasará pero lo ideal sería recuperar cierta normalidad. Poder acceder a la información pública, estadísticas, administrativa y la posibilidad de hablar con funcionarios sin que exista un cerrojo como ocurrió con el kirchnerismo. Eso debería ser lo normal y no un mérito.
— ¿Cómo imaginas el periodismo que creció amparado por la pauta publicitaria oficial y el poder de turno?
— Es un gran interrogante. La supervivencia de un medio debería estar vinculada a la buena información que publica ese medio y, por lo tanto, los anunciantes apuestan por ese medio porque es creíble. Es elemental. Los medios sostenidos con pauta oficial es poner el carro delante del caballo. Creo que el macrismo hará recortes pero no creo que haya shock sino gradualismo.
—¿Pensás que los futuros funcionarios nacionales seguirán siendo amables con la prensa y continuarán atendiéndonos?
— Se habla mucho de la gestión en la ciudad que es una carta a favor. Pero un país es más complejo. Habrá que ir viéndolo. Hay mucha expectativa y, mal que nos pese, habrá desencantos. Es propio de la política que genera errores y desaciertos. En algunos meses habrá alguna denuncia de corrupción. Pero me parece interesante, para destacar, que los ministros fueron llamados por Macri que les dijo “trabaja en equipo y sé honesto”. Eso les pone un límite muy importante.
—Estuviste en los medios públicos y caíste en desgracia simplemente por preguntar, ¿qué le dirías a los que asuman en esos cargos como Hernán Lombardi? ¿Se podrá preguntar?
— Es el sueño que tuvimos en estos 30 años de democracia. Siempre los medios públicos fueron usados por los gobiernos en beneficio propio. El caso de mi pregunta con Andrés Larroque, no fue el único. Tuve llamados de atención o quejas por entrevistas con Florencio Randazzo, Alicia Kirchner, Agustín Rossi, Martín Sabbatella y cada vez que entrevistaba a un funcionario público, después venían las quejas de la gerencia (al frente de la Gerencia de Noticias está el camporista Carlos Figueroa). No fue el único caso. Fue visible porque conducía el noticiero pero muchos redactores también han tenido duros enfrentamientos con La Cámpora en el canal.
— Según Carlos Barragán, integrante de 678, hace poco decía que el macrismo ahora tendrá “nuestros medios”, ¿Cómo hacerle entender a la gente y a los empleados públicos que el canal no es un medio gubernamental?
— Me cuesta mucho entender que no lo entienden. O se hacen que no lo entienden. Un medio público es eso. Es una obviedad. Deberían volver a estudiar instrucción cívica como las tablas. Representan las ideas de todos. No puedo entender que gente leída no entienda esto.
— ¿Entrevistaste nuevamente a Andrés Larroque?
— Lamentablemente no. Me quedaron muchas preguntas para hacerle. En la radio no tuve suerte de entrevistar a los camporistas. Deben dar explicaciones pero si no lo hace Máximo Kirchner que gestionó para colocar gente en el gobierno sin ser funcionario… Es un desafío para los que vengan. A todos nos gusta más que nos elogien que lo critiquen. No sé si Cambiemos es un gobierno que está dispuesto a pagar para que lo critiquen.
— ¿Te ofrecieron volver a la TV Pública? Tu nombre suena mucho para el 2016…¿volverás con gloria?
— No. Por ahora no. Hay rumores. Me imagino volviendo pero no sé si con gloria.
— ¿Qué opinas de aquellos funcionarios que aseguran que resistirán y no dejarán sus cargos apelando a la ley?
— Es impactante ver funcionarios que piden que se respete la constitución cuando formaron parte de un gobierno que no la respetó. Refleja un interés personal a perder un sueldo y privilegio que a una vocación genuina de respetar la ley. Es más el negocio para mantener su estándar de vida alto.
— ¿Cómo imaginas el futuro político de “los jóvenes” de la Cámpora?
— No me hicieron sufrir, me dejaron con preguntar por hacer. No son democráticos y no dan explicaciones pero por algo será. En algún momento de sus vidas, cuando peinen canas, se darán cuenta que fueron útiles a un gobierno que le preocupaba más sus intereses que lo que decían defender. Fueron autoritarios y poco transparentes.
(*) Especial para Perfil.com | Twitter: @luisgasulla