El día después de dejar el fútbol llegará en algún momento. Mucho se ha escrito sobre la “fecha de caducidad” de un jugador de elite o de las grandes ligas y es más que una obviedad decir que Messi está en ese podio. El próximo 24 de junio el rosarino cumplirá 34 años y ese es uno de los números que muchas veces se marca como el inicio del retiro profesional en el fútbol. Quizá el ingreso de Kun Agüero al Barcelona le genere una energía adicional para prolongar la fecha del adiós. Algo que todavía es una incógnita dado que habrá que esperar hasta el 30 de junio para saber si finalmente Messi pone la firma en un nuevo contrato con el club catalán.
Fuera del campo de juego, el rubro inmobiliario es uno de los objetivos de sus inversiones. Así como hace un mes se supo compró un departamento en una de las torres de lujo de Miami, hace horas también se confirmó que invirtió en un nuevo hotel. El sello MiM sumó un quinto destino a su catálogo; esta vez, en Andorra. En ese microestado europeo, buscado por algunos para fijar residencia por su política de impuestos, Messi compró el hotel Casa Nut. La idea inicial es reformarlo y adaptarlo a los estándares que tienen los cuatro restantes que están repartidos en la “costa del sol española”: Sitges, Mallorca, Ibiza; y además en Baqueira Beret, un centro de esquí ubicado en los Pirineos catalanes. MiM es la alianza Messi y Majestic, este último es el grupo que se encarga de la gestión de estas –por ahora– cinco plazas que el jugador tiene como inversión. De todos los mencionados, el de Ibiza es uno de los más conocidos en Argentina porque fue destino de unos de los viajes que hizo en algún momento Marley para su programa. También porque –marketineramente– Messi y su familia se fotografiaron en su terraza hace dos veranos antes de subirse al barco para una de sus vacaciones europeas.