Milagro y ciencia, un papa italiano y una niña argentina, una muerte que todavía es un misterio, y un revivir inesperado que es motivo de celebración. Nunzia Locatelli –junto a Cintia Suárez–, combinan todo esto en ¿Qué han hecho? Juan Pablo I, conspiración en el Vaticano y milagro en Argentina, un libro donde dos historias verdaderas que, sucedidas en dos momentos diferentes, decantan en un hecho que las une y que para los católicos creyentes cobrará una nueva dimensión el próximo 4 de septiembre próximo cuando Juan Pablo I sea beatificado por el papa Francisco en una misa en la Basílica de San Pedro de Roma. Ese momento quizá vuelva también a poner el foco en la figura de Juan Pablo I –nacido Albino Luciani– el Papa número 263 de la historia y cuya muerte sucedida apenas a 33 días de su asunción mueve a dudas y sospechas dignas de una película y por qué no de una serie con varias temporadas.
Esta no es la primera vez que Nunzia Locatelli y Cintia Suárez plasman en un libro historias de milagros. La primera vez fue con Mamá Antula, la mujer más rebelde de su tiempo. Allí contaron la vida de María Antonia de Paz y Figueroa, argentina norteña nacida en 1730 y protagonista del primer caso de canonización en América del Sur, en 1905 por una curación inexplicable, y proclamada beata recién en 2016 el Papa argentino. “Soy creyente pero cuanto más cosas se conocen, menos lo soy”, aclara Nunzia a Perfil. “Tengo amigos que son curas y sigo el trabajo que hacen y si podemos hacer cosas juntos me sumo, pero no voy a misa. Bah, voy si me tiran del pelo y no me queda opción. A mí me gusta la historia de la Iglesia, y en particular del Vaticano y de las personas de las cuales la historia no se ocupó. Y tanto Mamá Antula como ‘el papa Luciani’ son personajes olvidados”. Nunzia nació en Bérgamo (Italia), estudió el profesorado en la Universidad Católica de Milán, trabajó como periodista en algunos medios de su país y produjo un documental televisivo en 2014 sobre Jorge Bergoglio –siendo ya papa–, El camino del ángel. Y desde hace más de una década cuando su marido Marcos Bulgheroni regresa de Italia a vivir en Argentina, su base es Buenos Aires.
Una autopsia permitiría descubrir cómo murió Juan Pablo I pero nunca se la habilitó.
Casi un desconocido. Puede decirse que la génesis de “¿Qué han hecho?” es un cúmulo de casualidades. Por eso, Nunzia dice que ella no buscó esta historia. Del milagro que se le adjudica a Juan Pablo I ya sabía desde 2018 mientras escribían el libro de Mamá Antula. En 2020, como testigo de casamiento de Cintia Suárez van juntas a una charla pre boda con el padre Jorge Dabusti en una iglesia de Belgrano y ahí ella ve el retrato de Juan Pablo I. Le llamó la atención no solo porque es italiana sino porque en Argentina la figura de ese papa no genera devoción alguna, a diferencia de Brasil donde sí es relevante. “De hecho”, explica Nunzia, “es Brasil el que había comenzado el pedido de beatificación y canonización. En Argentina, mientras estábamos investigando cada vez que mencionaba su nombre – sobre todo a varones– todos se referían a él :’Ah sí, el papa que asesinaron’”. No pasó mucho tiempo para descubrir que fue el propio Dabusti quien había motorizado lo que decantó en la beatificación del mencionado “papa muerto” por un milagro que Juan Pablo I hizo en Buenos Aires.
Conjura y milagro. “En 2011, Dabusti era cura en la Parroquia de la Rábida ( ubicada frente al Departamento Central de Policía)”, relatan Nunzia y Cintia Suárez. “Y allí iba una mujer de Paraná cuya hija –Candela, de 10 años– estaba internada con un cuadro médico de gravedad en la Fundación Favaloro, habiendo ya pasado previamente por varias internaciones en su ciudad natal . Ella iba todos los días a buscar contención porque estaba sola hasta que una vez busca a Dabusti para que la acompañe a ver a su hija porque los médicos le dicen que había llegado al tope del tratamiento, que no había más por hacer por Candela. Y es ahí cuando le dice que se encomendará a Juan Pablo I. La mujer no sabía quién había sido ese papa; el cura le explica quien es, que es una devoción personal suya, y le rezan. Y Candela pasa la noche y empieza a mejorar y sale del coma. Su curación llama la atención del cura, y de los dos médicos que seguían el caso de Candela. Dabusti informa al Vaticano y se inicia el proceso con varios contratiempos”.
Cabe aclarar que los dos médicos son agnósticos, no son personas de fe, creen en la ciencia pero no pueden explicar esta curación de Candela en términos científicos. “La pediatra tiene más apertura a la posibilidad que sea un milagro, u otra cosa junto con la medicina que pudiera haber acelerado la mejora”, explica Nunzia. Obviamente los testimonios de estos tres especialistas están en el informe que juntos con el resto de la investigación llevó a determinar que para la iglesia católica, Juan Pablo I obró un milagro en Argentina. Hoy Candela tiene 21 años, es universitaria y en septiembre estará en Roma para la beatificación. Pero tanto para Nunzia como para Cintia, ese “milagro” necesitaba revisitar la figura de Juan Pablo I. Y más allá de su vida personal y de los nexos que por su padre lo ligan con Argentina, detallan las tres versiones que hay sobre su muerte. Dos son investigaciones encargadas por la Iglesia pero cuyo resultado la misma iglesia descartó, y una tercera de 2019 que un mafioso que vive en Chicago y que se arroga el protagonismo en el asesinato –con cianuro– de Juan Pablo I.