Daniela Milagros subió al escenario para preparar el clima de lo que iba a venir. Esta joven multiinstrumentista fue la elegida para el opening de la noche, y desplegó todo su potencial demostrando, además de actitud, mucho carisma. Ante unos quince mil espectadores puso en escena todo su talento interactuando con diferentes instrumentos como batería, piano, keytar y bajo para interpretar entre otros su último single Ego, también una versión de Psycho killer –clásico hit de Talking Heads–, o Beethoven para continuar con una versión muy personal de otro hit de los años ochenta, Sweet Dreams, de Eurythmics. Promediando la hora su performance, con los primeros acordes de The River is Rising el público comenzó a ovacionar a los músicos que lentamente ingresaban al escenario: Slash, Myles Kennedy –vocalista principal–, Brent Fitz –batería–, Todd Kerns –bajo y segunda voz–, y en guitarra rítmica Frank Sidoris. En tiempos donde se vive rápido y la espera no es una opción, los cinco años que Slash demoró en regresar a la Argentina fue casi una eternidad. Por eso del fervor que demostró el público local durante todo el show.
A pedir de los fans. La primera canción de la noche es la que da nombre a esta parte de la gira Rest of The World, la que los llevará a realizar en estos próximos tres meses, cuarenta recitales en más de quince países en América del Sur, Oceanía, Asia y Europa. Slash hizo en escena un repaso de su carrera interpretando Speed Parade, cover de Slash’s Snakepit; y también Don´t Damn Me, cover de GNR con Todd Kerns en voces. Con cuatro discos de estudio editados, Slash junto a Myles Kennedy y The Conspirators rindió tributo a lo mejor de la historia de la banda con un pequeño tinte nostálgico al interpretar Starlight, de las primeras canciones que lanzaron juntos en 2011, a la que luego le siguió uno de sus clásicos Halo, de su primer disco, editado en 2012.
Con You are Lie y World on fire el show entraba en la fase final pero, hasta Slash lo sabía: los argentinos no te dejarán bajar del escenario tan fácil. Y la respuesta fue Rocket man el hit de Elton John. Le siguió Anastasia, una de las canciones más esperadas y la que dio el cierre a un concierto donde se renovó el amor recíproco entre Slash–sus músicos– y los argentinos.