Laura Esquivel experimentó la masividad con Patito Feo, y luego siguió con una carrera que la llevó a trabajar en Italia, España y en algunos países de América Latina. Desde chica, pasó por varios momentos que, de alguna manera, derivaron en esta nueva etapa. Una condensación del camino recorrido que a su vez, para ella es como una etapa de libertad y de expresión personal. El resultado, da clases de canto que también a veces son espacio de consejo a gente que quiere acceder rápido a la fama; y además lanza Refugio, su primer sencillo. Sobre ese transitar, Laura Esquivel habló con PERFIL,
—¿Venías cansada?
—Sí. Empecé a los 8 y de ahí no paré; tengo 29. Justo ahora se cumplen veinte años de carrera. Así que todo esto es medio conmemorativo, y voy llegando a una conclusión que hice más que nada en terapia, ya de grande: un chico no está preparado para vivir un éxito tan mediático como lo que me pasó a mí.
—¿Por qué lo decís?
—Imaginate que para un adulto ya es difícil; para un niño, que no vivió mucho y está en otra etapa psicológica, es mucho peor. El cansancio llegó después. Había una mochila de presiones que se acumulaba, más allá de la contención familiar que tuve, y que fue muy importante.
—Tenés la carrera que debería tener un adulto experimentado...
—Siento que fue y viene siendo una vida intensa. Estoy agradecida por todo lo que viví. Perdón por el cliché, pero viste que dicen que uno es quién es por todo lo que vivió. ¿No? Bueno, creo que hay algo de eso. Inclusive las etapas más difíciles, esas son las que me sirven hoy para lanzarme con la música.
—¿Cómo venís manejando esto teniendo en cuenta tu eperiencia artística?
—Es diferente. Viví más experiencia en teatro y en televisión, más allá de que siempre hice proyectos relacionados con la música. Pero esto es otra cosa, es un terreno conocido y familiar que me genera una mezcla de sensaciones.
—¿Cómo sería eso?
—Yo estaría más temerosa si estuviera con una discográfica, o con alguien que me produzca. Soy mi propia productora, me encanta ser independiente y estar a la cabeza de mi proyecto. Nunca me sentí tan empoderada. Igual da temor, todas las decisiones recaen en mí: estética, música…Pero yo ya fui personajes. Todo el mundo me conoce más por eso, que por quién soy en realidad. Y éste es un momento que necesito que se me conozca a mí, a Laura. Y creo que pasé por muchas cosas para poder estar acá.
—¿Qué significa este “Refugio” para vos?
—Es como un lema ante la vida. Habla de que cuando no podés más, o sentís que todo es malo, y estás enceguecido con lo negativo, y en realidad, se puede salir. Los días no son todos perfectos. Y eso uno lo ve mucho en las redes sociales: la vida perfecta, el viaje perfecto, la comida perfecta... Pero hay muchas realidades.
—¿Cómo te sentís ante ese menú de perfección que ofrecen las redes sociales?
—A veces, vivimos tan bombardeados, que ser uno mismo el propio hogar me parece importante. Es algo que trabajo en terapia, en mi casa y conmigo misma. Mis palabras son “hogar” y “no quiero ser alguien que no soy”. Refugio parte también de un lado de mucha oscuridad mía, de un período en que estaba muy perdida, no sabía qué me pasaba. Un día empecé a ponerle título a las cosas y me hizo bien. Poco a poco la canción empezó a ganar luz: habla también del amor, la libertad y el corazón.
—¿El ámbito del espectáculo tiene un agregado de exigencias que parece dificultar el progreso? ¿Creés que eso es propio de esta época?
—Sí, y hay cierto tabú con trastornos como la ansiedad. Lamentablemente hay quienes creen que hay algo raro con vos, o que no estás bien. Por eso me parece importante abrir el espacio y hablar de eso. Hay quienes, capaz no saben que tienen ansiedad; otras que no lo transmiten, o no lo muestran. Y uno a veces cree que está solo en el mundo con eso. Sin embargo, hay más personas de las que nos imaginamos que transitan lo mismo.
—Pareciera que entre artistas jóvenes se ve más, o se animan a contar y a mostrarse vulnerables...
—Veo a muchos que están saliendo a hablar y siento que de alguna manera, se están alineando los planetas... A mí me pasa que yo ya viví todo eso. Con Patito Feo hemos hecho giras por América Latina; después me fui a España, Italia, Portugal, Grecia… Llenábamos estadios enormes como hoy hacen los artistas pop. Y yo de adolescente, tuve que pasar por cosas que capaz a muchos artistas les toca vivir más de grandes. Tuve que bajar un cambio, tuve un parate para elegir mejor los proyectos a los que me subía. Obviamente, hace quince años, me subí a cosas, me tocó sufrirla mucho, preguntarme qué estaba haciendo, y no entender nada.