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Opinión

La carta de Cristina Kirchner

Así como hace un año la vicepresidenta entendió que para evitar un mal mayor debía ceder la presidencia a Alberto Fernández, no descarto que en una situación límite como la actual ella acepte la convocatoria a un acuerdo multisectorial.

Todavía se escuchan las repercusiones de la carta pública de Cristina Kirchner. Creo que el dato más significativo de su texto es el llamado consenso multisectorial para buscar una solución al tema bimonetario de la Argentina.

Es cierto que la táctica del acuerdo intersectorial nunca estuvo en el ADN de la expresidenta y, por eso, muchos se muestran escépticos con ese llamado. El año pasado también Cristina hizo algo que no estaba en los planes de nadie, ni en su propia genética, que fue correrse del primer lugar de la fórmula presidencial,

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Lo que quiero decir es que ni ayer ni hoy se tratan de un generosos signos de desprendimiento político, no. Se trata de un instinto básico de supervivencia.

Así como hace un año Cristina entendió que para evitar un mal mayor debía ceder la presidencia a Alberto Fernández, no descarto que en una situación límite como la actual ella acepte como imprescindible la convocatoria a un acuerdo multisectorial. Por eso el problema no es si se trata de un llamado sincero o no. Aceptemos que en política la sinceridad es el sentimiento menos relevante, hablemos de necesidad.

El punto es si el resto de los convocados oficialistas, opositores, empresarios y sindicalistas están dispuestos a tomarle la palabra a Cristina Kirchner y aceptar ya la invitación.

La carta de Cristina Kirchner

 

Sabemos que la primera reacción de Macri fue el espanto, negando cualquier tipo de acercamiento, incluso antes de que nadie se lo formalizara. Por su parte, desde el entorno del presidente aseguran que él dialoga con todos, que no ven la necesidad de exagerar en ese sentido.

Pero ojo, si realmente lo que se busca o lo que se cree que se necesita buscar son acuerdos más profundos que derramen sensación de institucionalidad, que lleven previsibilidad a la economía, que vayan más allá del corto plazo. Bueno, eso no se logra sólo con el espontáneo impulso dialoguista que pueda tener el presidente, sino con la escenificación formal de una política de Estado y una convocatoria clara a los distintos sectores.

La carta de Cristina Kirchner

Y eso no podría entenderse como una debilidad de Alberto Fernández. Al contrario, sólo un presidente muy fuerte podría sumar en un acto a todos los gobernadores e intendentes, a los jefes parlamentarios, a los líderes sindicales, empresarios y a los ex presidentes democráticos de la Argentina. A todos.

Miren, yo creo que hoy sí están dadas las condiciones porque todos ganarían por responder a una mayoría social que reclama madurez a sus líderes. Y ganarían también porque llevarían confianza a una economía que necesita tranquilizarse para volver a existir.