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Análisis

Fuego amigo en el gobierno

El acto en el Estadio Único de La Plata había sido pensado para mostrar unidad y cerrar el año todo juntos, aunque lo único que ha generado es más división y de una manera bastante desagradables dentro del oficialismo.

Las esquirlas de lo que fue el acto en La Plata, supuestamente pensado para mostrar la unidad del frente de todos, todavía se hace sentir dentro del gabinete nacional y en la relación entre el albertismo y los funcionarios más ligados a Cristina Fernández de Kirchner. Y esto, además, va a permeando las capas otros niveles y se hace demasiada explícita esta pelea, por la brutalidad con la que CFK le dijo a los ministros y ministras que, "si le molesta laburo, si no tienen la piel suficientemente gorda, si son cobardes, que se busquen otro laburo".

Bueno, algunos contestaron con cómo le contestó, por ejemplo, al canciller Felipe Solá, que le dijo: "Me encantaría otro laburo porque lo necesitaría", como diciendo que no gana tanto y que labura mucho, pero no tengo tiempo. Y esto habilitó al diputado, Nicolás Rodríguez  a contestarle a Felipe Solá, quien le mandó por privado en un chat diciéndole que era un imbécil, un cobarde. Y este diputado al frente de todos le saca una captura de pantalla y lo hace público.

Esto empieza a mostrar como pasó con Alicia Castro cuando le hizo el señalamiento de la foto del vocero presidencial, Juan Pablo Biondi, señalándolo públicamente como una acusación porque no había aplaudido a Cristina Fernández de Kirchner cuando dijo justamente esto, que el sector del albertismo vivió como una fronda, como un reto público y una demanda por parte de CFK a Alberto Fernández a que eche integrantes de su gabinete. El presidente le contestó al día siguiente que su gabinete tiene mucho coraje, que él está plenamente agradecido, porque han tenido que laburar muchísimo en tiempo pandemia.

El año de la pandemia ¿Y el gobierno?

Pero abajo de eso es evidente la tensión y el disgusto y el desagrado con muchos funcionarios del gobierno de Alberto Fernández, que sienten justa o injustamente, que han trabajado mucho, que ha sido un año muy difícil y que encima los retan. Hay también un sector de kirchnerismo que siente que hay funcionarios que realmente funcionan muy mal. No están muy conformes con lo que pasa con Sabina Frederic en el Ministerio de Seguridad, particularmente quedaron muy enojados cuando Cristina Kirchner entra a Casa Rosada y se produce la batahola justo en ese momento en el velorio de Diego Armando Maradona.

Pero un foco conflicto fuerte es el que ocurre con Marcela Luzardo, la ministra Justicia, íntima amiga Alberto Fernández. La ministra ha sido acusada en las últimas horas por un medio kirchnerista de tener una off shore con fondos en el exterior, ella y su marido, que tiene un rol en el tribunal arbitral de la AFA. La ministra saca una serie de tweets desmintiendo tajantemente tener fondos en el extranjero y lo vive como una operación política porque es justo su cargo el que quieren.

Pero es todo fuego amigo o al menos debiera ser fuego amigo. Todos los que se están tirando entre sí son integrantes de la coalición de gobierno. Estas son las consecuencias de que cuando los de arriba se pelean, las discusiones más abajo se vuelven muy brutales y se produce un enorme desorden. Con lo cual ese acto que había sido pensado para mostrar unidad y cerrar el año todo juntos, lo único que ha generado es más división y de una manera bastante desagradables dentro del oficialismo.