Este jueves 18, Mauricio Macri, va a presentar su libro “Primer tiempo”, en el Centro de Exposiciones Porteño. Ahí van a estar Patricia Bullrich, María Eugenia Vidal y su primo, Jorge Macri, el intendente de Vicente López. Y estos tres ya tienen sus propios libros en la calle o a punto de salir. También va estar Horacio Rodríguez Larreta, por supuesto.
Jorge Macri me aseguró el otro día que Mauricio Macri no va ser candidato a nada. Aunque si lo miramos en el espejo estratégico de Cristina Kirchner, con su “Sinceramente”, “Primer Tiempo” parece el inicio de una campaña electoral. O del “segundo tiempo”.
En el libro hay un Macri crítico con los empresarios y los sindicatos. En esta idea de un Macri para todos los gustos está la clásica concepción peronista de ubicarse como puente entre el capital y el trabajo. Dice Macri, “los empresarios son miembros clave del círculo rojo, los conozco bien y al fin y al cabo yo mismo vengo de ahí. Están los que quieren trabajar de verdad en un ambiente de reglas claras y sin corrupción y por supuesto están los otros, los vivos, los que prefieren un entorno amañado, los que apuestan a la trampa y han aprendido a vivir a costa de los beneficios que se pueden obtener en un sistema que permite ese tipo de conductas”.
El libro de Mauricio Macri, "Primer Tiempo", parece el inicio de una campaña electoral. O del "segundo tiempo".
Dice Macri, “Por otro lado o del otro lado. Con todos los sectores de la vida política social y económica intente transmitir siempre una visión diferente sobre nuestro país. Con Hugo Moyano también. En nuestras conversaciones yo le insistía a Moyano que nuestro proyecto pasa por lograr una argentina productiva, que pueda salir al mundo, capaz de crecer y que para poder lograr esos objetivos no hay más camino que reducir los costos de lo que hacemos. Al principio, Moyano parecía estar de acuerdo con mi visión”.
Pero bueno, falta poco para ver el libro. Lo que parece indudable es que “Primer Tiempo”, y todos los demás libros de los antes mencionados, van a funcionar como recolectores de heridos y frustrados por la derrota de 2019. Y, ¿por qué, no? de arrepentidos de haber votado a la versión peronista gobernante.
