Reperfilar juntó al columnista, sociólogo y director de la Consultora X, Artemio López y a Carlos Ares, periodista y columnista, para debatir sobre la marcha del 17A.
JS: Primer minuto en este debate de Reperfilar. La marcha de ayer, Carlos Ares, ¿A favor, en contra? ¿Qué le generó?
C. Ares: En principio estoy de acuerdo con toda manifestación pacífica y democrática, en este gobierno, en este tiempo y en los anteriores. Aquellos que vivimos la dictadura y que la sufrimos, siempre valoramos mucho las expresiones de la gente cuando tiene ganas de salir a reclamar pacíficamente. No estoy de acuerdo con los escraches, ni en este gobierno ni el anterior, ni nunca. Sí estoy de acuerdo con las protestas y los reclamos. Me parece que había motivos para reclamar y que la gente aprovechó su momento, lo hizo pacíficamente salvo incidentes aislados. Lo que me sorprendió fue la reacción del gobierno, me pareció que fue demasiado aireada, demasiado violenta en algunas declaraciones y denuncias. Tal vez porque fue masiva y no se esperaban tanta convocatoria.
JS: Minuto Artemio López en este debate.
A. López: Nuestra percepción es que la marcha fue irresponsable. En líneas generales uno puede tener libertad individual pero se termina en donde comienza la de los demás. El hecho de contagiarse puede ser asumido como una responsabilidad pero contagiar ya es un fenómeno que excede la responsabilidad individual. De todas maneras me pareció que es una liturgia repetida. Este es el cuarto banderazo en los nueve meses de asumido el Gobierno popular. Me parece que su fin explícito es iniciar una tarea de desgaste muy notable y cuya editorialización por parte de los medios opositores, diría que es bastante grotesca. Le dieron un contenido que, por una parte, se la editorializó como una marcha multitudinaria y yo no lo considero así. Unificaron la consigna en una aversión a la reforma judicial cuando en realidad había una multiplicidad de miradas en esa marcha.
JS: Primer desafío, Carlos 30 segundos para preguntar, cuestionar, inquirir algo del argumento de Artemio López.
C. Ares: ¿Por qué son irresponsables, señor López, las marchas ahora y no lo eran durante el Gobierno de Macri? ¿Por qué ahora hay que respetar la libertad de los demás y no en su momento? ¿Por qué no fue la marcha que se hizo hace poco tiempo por Santiago Maldonado? En el que se criticó, inclusive a la Policía porque intentó desbaratarla. ¿Por qué la responsabilidad ahora y no antes?
A. López: La irresponsabilidad de la gente está en la situación sanitaria que vivimos. Una marcha multitudinaria donde no se guardan las distancias sociales, donde efectivamente no se vigilan los protocolos mínimos para poder evitar la serie de contagios, me parece irresponsable. No la juzgo por su contenido político, juzgo severamente por el otro costado de la responsabilidad. Desde el punto de vista sanitario, juzgo un ejercicio realmente irresponsable en una coyuntura muy crítica.
JS: 30 segundos, Artemio para preguntarle, inquirir, debatir algunas de las ideas que esbozó Carlos Ares respaldando la movilización de ayer.
A. López:¿Por qué juzga que la cuestión sanitaria puede estar subordinada a la cuestión de la libertad individual? Cuando todos sabemos que lo que está en discusión acá es un fenómeno pandémico que excede la responsabilidad individual. ¿Por qué lo encorseta en un tema absolutamente de responsabilidad individual y no abre el juego a responsabilidad social? Que es evidente en esta circunstancia.
C. Ares: Bueno Artemio. La verdad es que me parece contradictorio porque hemos visto ejemplos desde la cabeza del poder. Reuniones de Alberto Fernández sin barbijo, con cantidad de gente, abrazándose. No solo de Alberto Fernández, de Kicillof. Si eso no era irresponsable, si el poder desde su autoridad no daba señales de responsabilidad, por qué habría de exigirse ahora al público, a la gente, que tiene derecho a salir a reclamar, que tiene ganas y motivos, para salir a reclamar. Que se le exija esa responsabilidad que no tuvo el Presidente y toda la gente que lo rodeó.
JS: Le agrego un disparador. ¿No hay nada de esa marcha que sea tendible en el oficialismo Artemio?
A.López: Yo creo que efectivamente lo que plantea esa marcha es la agenda opositora. Me parece que el oficialismo tiene su propia agenda y atender a aquellos con los cuales celebró un pacto electoral muy fuerte, que son los electores que el Frente de Todos tuvo en el pasado año 2019 y que los llevaron a la victoria. Me parece que hay que respetar también las diferencias, unificar agendas. Tomar temas que son de la oposición como parte de la agenda propia, no me parece ni siquiera un beneficio para la práctica democrática. Eventualmente, para eso están las elecciones, que haya alternancia y que cada espacio político pueda plantear a la ciudadanía una agenda diferenciada. Mi percepción es que no, en la agenda que planteó, por lo menos lo que se observó de manera más nítida en la marcha, los ciudadanos tienen una oposición frontal con la agenda que lleva adelante el oficialismo y yo no veo ahí puntos en común para desplegar.
JS: Carlos, ¿no es demasiado cuatro banderazos y movilizaciones contra un gobierno que lleva ocho meses?
C. Ares: Me parece que no debería medirse en tiempo, sino en consecuencia de las acciones del gobierno que provocan en la sociedad las reacciones que cada uno tiene en su momento. Yo creo que, a propósito de la noche de ayer, tal vez debería haber estado encabezada como opositor por el propio Presidente Alberto Fernández. Yo lo recuerdo cuando dijo que la acción institucional de Cristina había sido todo deplorable. Lo que hizo con el consejo de la magistratura, lo que intento con la reforma judicial que ahora se propone nuevamente, con lo que hizo con la subrogación de los jueces. Con lo que hizo con todo. Es más, recuerdo una frase de Alberto Fernández que dijo que le inoculó un virus a la Argentina Cristina, y que la dejó enferma. Ahora hay motivos para reaccionar porque tiene que ver con todo eso que ya Fernández declaraba hace cuatro, cinco años.
A.López: Creo que más allá de las diferencias que tuvo con la presidenta, que son explícitas, el modelo de país que encarna la movilización de ayer no es compartido por Alberto Fernández. Ni ahora ni antes. Pudo haber habido diferencia de formas que yo juzgo, no son antagónicas. Ayer lo que se planteó es una agenda antagónica con respecto al Poder Ejecutivo. De hecho, en términos de intervención del Estado y de política económica, de visión sobre la justicia, de política exterior, lo que plantea explícita o implícitamente la manifestación que obtuvimos ayer, por lo menos en lo que pudimos ver, es contradictoria con el pensamiento más profundo de Alberto Fernández. Más allá de la coyuntura y más allá de las expresiones críticas que pudo haber tenido en el pasado para con respecto a la marcha del gobierno kirchnerista después de su renuncia.
JS: Para el próximo minuto de Carlos Ares, me animo a preguntarle, ¿no hay un riesgo de que haya expresiones muy ultras en esas manifestaciones que acunen algún eventual Bolsonaro, algún eventual sector extremo en la política argentina?
C. Ares: Sí, totalmente. Hay riesgo. Hago también responsable en parte al Gobierno y a la oposición. A los políticos en general que circulan en una órbita diferente a las necesidades de la gente. Entonces, cómo no voy a hacer responsable también al Gobierno si propone una reforma judicial, posterga la ley del abordo, por ejemplo. Propone una reforma judicial para modificar la corte, que el propio presidente Alberto Fernández dijo en su momento que no se debía modificar, que con cinco miembros está bien. Cómo no va a ser contradictorio todo eso y va a provocar las reacciones extremas a veces, con las que no estoy de acuerdo. Pero también es cierto que hay una responsabilidad del Gobierno cuando propone cosas que hace que la gente se desconcierte, es contradictorio en muchas ocasiones. Entonces, frente a esos riesgos, la gente reacciona y reclama. Y claro que sí, cuando hay esos bandazos desde el poder, es probable que también en la opinión desde abajo se llegue a las bandas a los extremos. No estoy para nada de acuerdo con eso.
JS: ¿No juega el Gobierno un poco el juego de esos sectores extremos, es un poco lo que plantea Ares, cuando saca en el medio de la pandemia la reforma judicial o anuncia la expropiación de Vicentin? ¿No hay algunos sectores del kirchnerismo duro, Artemio, que le hacen el juego a los sectores más ultras del otro bando?
A.López: Las reivindicaciones que generó tanto la reforma judicial tanto las reformas de carácter más económico no me parece que fue de parte del kirchnerismo duro. Hay una conceptualización un poco perversa por parte de ciertos sectores acerca de lo que el kirchnerismo es. Todo lo que sea programático y tenga que ver con la experiencia que vivió el país desde el 2003 al 2011 es considerado por una parte de la prensa opositora como kirchnerismo duro. Yo creo que esa categoría sinceramente es desmeritante y no existe. Hay un planteo programático de los sectores que apoyaron al Frente de Todos y que provinieron del apoyo a la experiencia del kirchnerismo durante 12 años de gestión. De ninguna manera me parece que haya agenda divergente y que eso sea caracterizable como kirchnerismo duro.
Mirá el video con el debate completo
I.R.A / DS