La Organización Mundial de la Salud confirmó este 26 de abril la muerte de uno de los casi 170 niños que padecen hepatitis aguda, en el marco de un inesperado y todavía inexplicable brote en Europa y América del Norte.
Se trata de la primera víctima de la hepatitis infantil, de las que se detectó un total de 169 casos en una decena de países, sobre todo europeos, generan interrogantes e inclusos temores de una nueva epidemia, en tanto el origen de esas graves inflamaciones del hígado sigue siendo desconocido.
Todo surgió en Reino Unido, que cuenta con el mayor número de casos (114). Luego se registraron casos en España (13), Dinamarca (6), Irlanda (menos de 5), Países Bajos (4), Italia (4), Francia (2), Noruega (2), Rumania (1), y Bélgica (1), según datos de la OMS. Fuera de Europa, Israel (12 casos) y Estados Unidos (al menos 9) se suman a la lista.
Europa está en alerta por 170 niños enfermos de hepatitis de origen desconocido
El 5 de abril, el Reino Unido había notificado a la OMS sobre 10 casos de hepatitis grave en Escocia, antes de comunicar un total de 74 tres días después, según la organización de las Naciones Unidas.
Entre los casos británicos, "muchos mostraban signos de ictericia y algunos pacientes reportaron síntomas gastrointestinales, incluyendo dolor abdominal, diarrea y vómitos en semanas anteriores", según el Centro Europeo para el Control y la Prevención de Enfermedades (ECDC) .
Los niños afectados tienen desde un mes de edad a 16 años, pero la mayoría son menores de 10 años, y muchos son menores de cinco años. Ninguno tenía otra enfermedad.
“Aún no está claro si es que estamos ante un aumento en casos de hepatitis o ante un aumento en la concienciación sobre los casos de hepatitis que ocurren al ritmo esperado pero a veces no se detectan”, informó la OMS a través de un comunicado.
Según una encuesta, el 45% de los pacientes se curaron de la enfermedad
"Las investigaciones prosiguen en los países donde se dieron casos. Actualmente, la causa actual de la hepatitis es desconocida", dijo, por su parte, el Centro europeo de prevención y de control de enfermedades (ECDC).
De momento, una causa infecciosa parece lo más probable, pero no se estableció ningún vínculo común con un alimento contaminado o tóxico que pueda ser identificado.
Una hepatitis es una inflamación del hígado, como reacción a un virus, a tóxicos (drogas, venenos, etc) o a enfermedades autoinmunes o genéticas. Su evolución suele ser benigna y sus principales síntomas –fiebres, diarreas, dolores abdominales- se resuelven rápidamente o son débiles. A veces, de forma más inhabitual, pueden provocar una insuficiencia renal.
Pero "la creciente alza del número de niños afectados por una súbita hepatitis es inusual y preocupante" indicó al Science Media Center británico Zania Stamataki, del centro de investigación sobre el hígado y el aparato gastrointestinal de la universidad de Birmingham.
El hecho de que algunas hepatitis afecten a niños de entre 1 y 5 años sorprende aún más a los especialistas, así como la necesidad, a veces, de un trasplante.
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Un adenovirus, sospechoso potencial
Entre las posibles pistas sobre el origen de esta hepatitis infantil están los adenovirus, que fueron detectados en al menos 74 niños, de los cuales 18 adenovirus del llamado "tipo 41". De hecho, varios países, entre ellos Irlanda y Países Bajos, han informado de una creciente circulación de estos adenovirus.
Se trata de virus banales y bastantes conocidos, que provocan generalmente síntomas respiratorios (bronquitis, faringitis, etc), oculares (conjuntivitis), o problemas digestivos (gastroenteritis). Y la mayoría de los humanos son infectados por estos virus antes de los cinco años, pero su rol en el desarrollo de las misteriosas hepatitis no está claro.
Además el adenovirus 41 no es conocido como una causa de hepatitis entre los niños en buena salud, según observa la OMS.
ds