En el estado de Washington (EEUU), una mujer de 70 años convivió con el virus durante alrededor de 2 meses después de que la primera prueba realizada diera positivo. Esta enfermedad infecciosa no se eliminó completamente del sistema de la mujer hasta pasados 105 días de haberlo padecido.
Pero lo que más sorprende a los científicos es que dicha anciana no presentó síntomas durante todo el proceso a pesar de estar inmunodeprimida. Dicha caída en sus defensas era producto de padecer una leucemia linfocítica crónica, cáncer que afecta a la sangre y médula ósea.
Según ANSA, un laboratorio comenzó a analizar las muestras de sangre que recogía de la paciente. Pudiendo verificar efectivamente que no producía los anticuerpos necesarios para poder luchar contra la infección. Sin embargo, no pudieron explicar por qué la mujer era asintomática y cómo el virus se mantenía adherido a su sistema por tanto tiempo.
La enfermedad infecciosa no se eliminó de su sistema hasta pasados 105 días
La revista Cell corroboró que la paciente de 70 años transitó el período más largo de incubación del virus en todo el mundo. A través de un estudio realizado el octubre pasado, pudo constatarse que, por el momento, el récord lo ostentaba una persona que padeció lo síntomas por lo menos durante 61 días sin interrupción alguna.
"A medida que el virus continúe propagándose, se infectaran más personas con una variedad de trastornos inmunosupresores, y es importante comprender cómo se comporta el SARS-CoV-2 en esta población" reconoció Vincent Munster, el autor principal del estudio, al Business Insider.
"Es importante comprender como se comporta el SARS-CoV-2 sobre las personas inmunodeprimidas"
"Hemos visto casos similares con la gripe y el síndrome respiratorio de Medio Oriente, que también es causado por un coronavirus", expresó uno de los expertos. Frente a la situación de incertidumbre, los científicos concuerdan en que faltan casos, experiencias, pacientes reportados e investigados, para entender los comportamientos del COVID-19. A su vez, el virus se transforma constantemente, generando mutaciones más resistentes y agresivas, por lo que parece tratarse de una carrera interminable contra la enfermedad infecciosa.
JFG / DS