La trombosis, una de las enfermedades silenciosas, es una afección a menudo evitable que tiene una alta incidencia. Se trata de una patología subyacente, es decir, que es la que luego deriva en otras complicaciones de salud. Es por eso que es una de las principales causas de muerte y discapacidad a nivel mundial.
Esta afección ocurre cuando se forman coágulos de sangre potencialmente mortales en las arterias (trombosis arterial) o en las venas (trombosis venosa). La formación de un coágulo puede ralentizar o bloquear la circulación de la sangre normal e incluso desprenderse y trasladarse hacia un órgano, en cuyo caso se denomina "embolia".
De todos los tipos, la más frecuente y conocida es la trombosis venosa profunda (TVP) que se produce cuando se forma un coágulo sanguíneo en una vena profunda generalmente en las piernas o los muslos. La complicación más grave de esta afección es el tromboembolismo pulmonar, potencialmente mortal, cuya aparición es en muchos casos súbita.
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“Por eso es tan importante prevenir la trombosis. Sin la TVP no hay tromboembolismo. Si se diagnostica a tiempo se trata y se revierte el riesgo”, resaltó a PERFIL el cardiólogo del Sanatorio Modelo de Caseros, Gabriel Lapman (MN: 119066).
Esta patología puede afectar a cualquier persona sin distinción de edad, etnia o sexo, aunque puede suceder más en mujeres. Como es una enfermedad que luego causa otras es muy difícil establecer estadísticas claras.
La forma más importante a la hora de prevenir la trombosis es saber si se está en riesgo y conocer los signos y síntomas para consultar a la brevedad con un cardiólogo o el médico clínico para que éste pueda detectarlo y tratarlo.
¿Cuáles son los síntomas de la trombosis?
Las señales a las que uno debe estar atento son:
- Hinchazón.
- Calor en la zona.
- Dolor.
- Enrojecimiento.
- Inflamación.
Con un estudio denominado eco doppler de venas de miembros inferiores se consigue determinar el diagnóstico para que luego el médico establezca el tratamiento idóneo en cada caso particular.
Sobre los factores de riesgo, Lapman precisó: “Es más propensa una persona que tiene obesidad, sedentarismo, diabetes, que se operó y estuvo en reposo prolongado”. También son perjudiciales para esta afección el colesterol y el tabaquismo.
En el caso de una mujer embarazada, debe tener un cierto control porque el aumento de las hormonas también provoca un mayor riesgo a padecer trombosis. “Un estilo de vida saludable es la mejor forma de prevención y se tienen menos riesgo al someterse a una cirugía”, explicó el cardiólogo