SOCIEDAD

40 mil personas en el Vía Crucis (Galería)

Una multitudinaria procesión marchó con antorchas desde el Congreso hasta la Catedral Metropolitana. Quejas del prelado porteño por la pobreza. Fotogalería. Galería de fotos

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| DyN

Más de 40 mil personas participaron este Viernes Santo del tradicional Vía Crucis de la Ciudad, que por octavo año consecutivo convirtió Avenida de Mayo en un "verdadero santuario urbano", donde se recreó la pasión y muerte de Jesucristo.

El memorial religioso porteño, cuya concurrencia crece año a año, llevó por lema "Tu muerte fue mi vida, tu cruz mi salvación". Según estimaciones de la Asociación Amigos de la Avenida de Mayo, a cargo de la organización junto con el arzobispado de Buenos Aires, más de 40 mil personas completaron el trayecto piadoso.

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"Cada Viernes Santo nos damos cuenta por esta multitud que acompaña a Jesús, como el pueblo argentino tiene a Cristo en su corazón y busca en El la paciencia para seguir caminando", destacó un vocero arzobispal.

Los fieles salieron desde la Plaza Lorea, donde actores interpretaron la primera estación tras la bendición del obispo auxiliar porteño Eduardo García, quien comparó el dolor de Jesucristo en la cruz con "el sufrimiento de los indigentes, de los que viven en las calles, de los sin techo que no tienen donde comer".

El prelado también mencionó a "las niñas que son obligadas a prostituirse en las estaciones de trenes y de subtes" y a "los niños que hacen piruetas entre los autos en las calles de la Ciudad hasta altas horas de la noche".

El arzobispo de Buenos Aires, cardenal Jorge Bergoglio, no encabezó la procesión, sino que prefirió caminar junto a la feligresía que llegó hasta el altar levantado en la Plaza de Mayo, frente al Cabildo.

Durante el trayecto, desde altavoces colocados a lo largo de la tradicional arteria porteña, se hicieron invocaciones por la unidad de los argentinos, la tolerancia, el respeto mutuo, el derecho a la vida, y los hambrientos y excluidos.

Al llegar a Plaza de Mayo, actores interpretaron la última estación, tras la cual Bergoglio bendijo a los devotos y realizó una reflexión alusiva.

Por primera vez en ocho años, una caravana de antorchas acompañó una suerte de cortejo hasta la catedral metropolitana, donde se realizó la ceremonia del entierro de Jesús, y cuya imagen quedó depositada allí para su veneración.

La feligresía fue precedida por un crucifijo de 125 kilos recubiertos en plata, que portaron integrantes de la colectividad genovesa, y una imagen de la Virgen Dolorosa realizada en 1870. En tanto, la Cruz Procesional, de 14 metros y 135 kilogramos de peso, fue llevada en andas como "una expresión de solidaridad a Jesús y muestra de sacrificio", se explicó.

También acompañó a los fieles la imagen del Cristo del Buen Amor, una talla de poco más de 1,80 metros realizada en cedro libanés por el artista sevillano Luis Alvarez Duarte, que fue llevada por ex futbolistas.

Esa pieza es conocida también como el Cristo de los Futbolistas por haber sido donada por los jugadores Héctor Scotta y Daniel Bertoni, integrantes del equipo que ganó el mundial en 1978.

La estación inicial y final fueron teatralizadas por actores dirigidos por Adrián Lasz, en el marco de una escenografía desarrollada especialmente para la procesión religiosa.

La profesión de fe popular contó además con un operativo especial de tránsito a partir de las 19 en la zona de Plaza Lorea, y sus participantes fueron asistidos por ambulancias del SAME a lo largo del trayecto.

Fuente: DyN.