La puertorriqueña Alessandra Rampolla, la sexóloga más famosa de Latinoamérica, acaba de lanzar junto a la diseñadora argentina Geraldine Lura una marca de lencería erótica, Dolce Diva.
“Vendemos experiencias de seducción”, dicen las chicas que se lanzaron al mercado de los corpiños, las bombachas y los corset a través de la venta directa. “Este modelo de negocio ofrece mayor intimidad para que las chicas se animen a comprar”, le explicó Lura a Perfil.com. Con sólo 28 años y una buena idea -fue ella quien creó la marca a fines de 2007- la diseñadora convocó a Rampolla para armar juntas el negocio de la seducción.
“Por mi profesión tuve muchas propuestas para asociarme, pero sólo con Dolce Diva me enamoré de una idea”, asegura la sexóloga, que aceptó sin dudarlo el ofrecimiento de la diseñadora. La idea a la que se refiere es simple: diseñar lencería erótica que sea sexy, elegante, sofisticada, con charme europeo, pero accesible al bolsillo de todas las mujeres.
Para Lura, “lo que nos diferencia de otras empresas de venta directa es que vendemos concepto: la experiencia de seducir. Ese es el posicionamiento de la empresa. Además -dice- queremos generar mujeres emprendedoras que desde el fortalecimiento de su autoestima puedan, a través de un negocio seductor y entretenido, ganar dinero”.
Los conjuntos cuestan alrededor de $175 y en cada packaging hay un consejo erótico escrito por la propia Rampolla. Pensando como un producto “para cada tipo de cuerpo”, los talles van del S al XXL.
Alessandra, la sexóloga devenida en empresaria, sabe que el negocio que acaban de lanzar va a ser un éxito: “El sexo puede ser la salvación en tiempos de crisis”.