La anaconda amarilla, conocida como curiyú, sorprendió durante los primeros días de enero de 2020 a turistas en una playa de Entre Ríos y a una familia en Misiones. Los especialistas aclararon que se trata de una especie inofensiva y pidieron cuidarla porque está en estado de vulnerabilidad.
El primer caso se dio en el balneario de Piedras Blancas en Entre Ríos, donde el reptil salió de las aguas del Río Paraná y se asomó a las arenas del lugar, ubicado a 80 kilómetros al norte de la capital provincial. Ante la aparición del animal, los veraneantes se asustaron y se alejaron rápidamente de la orilla: la curiyú fue retirada del lugar por los guardavidas y luego fue trasladada a la Reserva Natural El Brete, según consignó el medio Diario Uno.
Algunas de las personas que estaban allí captaron el momento con sus celulares y los videos circularon por las redes sociales. Allí se puede observar cómo la anaconda bordea la orilla de la playa y pasa cerca de algunas reposeras y sombrillas. Asimismo, quienes estaban cerca comenzaron a alertar a los que estaba en el agua para que salieran del río.
El biólogo Alfredo Berduc explicó al mencionado medio: "Es una especie inofensiva. Su nombre científico es Eunectes Notaeus, se la llama también anaconda amarilla, es una boa constrictora que en ese tamaño no representa peligro alguno. Si se la hostiga puede morder pero no tiene veneno y no es peligrosa para los seres humanos”. El especialista detalló que se trata de una especie en peligro de extinción y remarcó que es rara su presencia en esa zona al indicar: “Llega desde el norte donde las temperaturas le dan chances de reproducirse. Puede haber llegado en un camalote, ahora que el río está creciendo un poco”.
Capturan una pitón birmana de 45 kilos en Florida
Otro caso similar se dio en la localidad misionera de Aristóbulo del Valle, 107 kilómetros al noreste de Posadas, donde una pareja vio cómo una boa amarilla se acercó hasta su casa, ubicada en medio de una zona selvática cercana al Parque Provincial Salto Encantado. En este episodio, las personas que se toparon con el animal lo mataron.
Detalles. La curiyú, cuyo nombre científico es Eunectes notaeus, es el más grande de los boídeos argentinos: puede llegar a medir 4 metros y a pesar unos 30 kilos. Este reptil se distribuye en la cuenca media de los ríos Paraná y Paraguay, desde el este de Bolivia y sur de Brasil hasta Formosa, Chaco, Corrientes, norte de Santa Fe, norte de Entre Ríos y sur de Misiones.
Le cortó la cabeza a una serpiente venenosa, y el animal igual lo mordió
En esas zonas de la Argentina habita, principalmente, en los ambientes de humedales (lagunas, esteros, bañados, cañadas y valles de inundación), siempre en proximidad de las cuencas de los ríos y se alimenta principalmente de peces, anfibios y reptiles, aves y mamíferos que suelen compartir su hábitat: yacarés, garzas, coipos y carpinchos.
El nombre popular de este reptil deriva del guaraní "Curú tijú", que significa espuma en la garganta: una alusión a la abundante saliva que se acumula en su boca cuando traga una presa.
F.D.S./F.F.