La Cámara de Diputados dio hoy media sanción casi por unanimidad a un proyecto del Poder Ejecutivo para fijar criterios de habilitación, funciones y límites del personal que realiza tareas de control de admisión y permanencia de público en boliches y lugares de entretenimiento en general, mas conocidos como "patovicas".
La iniciativa fue aprobada con 159 votos a favor y apenas hubo un voto en contra.
La norma será de aplicación, incluso, a los eventos y espectáculos musicales, artísticos y de entretenimiento en general que se celebren o realicen en espacios abiertos, en la vía pública, en zonas marítimo-terrestres o portuarias.
El Ministerio del Interior creará un Registro único donde incorporará a las personas que ejerzan actividades de controlador y seguridad, popularmente conocidos como "patovicas".
La iniciativa del PEN surgió como coletazo de una serie de hechos de violencia contra asistentes a locales de diversión nocturna, ocurridos en los últimos meses, en los que se vieron involucrados personal de seguridad de los boliches.
El oficialismo, a través del presidente de la comisión de Legislación del Trabajo, rechazó un pedido del ARI y de la UCR para que la edad mínima para ser contralor sea 21 años y no 18 años, como finalmente quedó en el texto.
Como incompatibilidades se estableció que los controladores no podrán haber sido condenados por delitos de lesa humanidad o haber tenido penas privativas de la libertad que superen los tres años.
La ley en ciernes indica que el personal de control de admisión y permanencia en boliches deberá exhibir una credencial identificatoria, como así también contar con un carnet de habilitación profesional otorgado por el Ministerio del Interior o por la autoridad de aplicación que disponga cada jurisdicción.
En atención a la especificidad de las tareas a desarrollar, el proyecto establece que para ser "controlador" o "controlador especializado" los interesados deberán obtener la categoría mediante la realización de un curso de dos o tres módulos de cinco materias cada uno.
En dichos cursos se impartirán materias con contenidos en normativa regulatoria, derechos humanos, derecho constitucional y penal, primeros auxilios, comunicación no violenta, nociones básicas de adicciones, seguridad laboral y técnicas de neutralización de agresiones físicas.
El proyecto obliga, a su vez, a los conocidos como "patovicas" a dar "un trato igualitario a las personas en las mismas condiciones, en forma respetuosa y amable", "mantener iguales condiciones objetivas de admisión para todos los concurrentes" y en lo posible auxiliar a concurrentes que se encuentren descompuestos o discapacitados.
El texto también indica que los controladores podrán bloquear el ingreso cuando existan personas que manifiesten actitudes violentas, den muestra de haber consumido estupefacientes o alcohol en exceso o supongan un riesgo a la seguridad.
En cuanto a las sanciones, en caso de una infracción grave al controlador la autoridad competente le podrá retirar el carnet profesional por cinco años, suspender temporalmente la habilitación por un plazo no superior a un año, fijar una multa de entre quinientos y cinco mil pesos y dar un apercibimiento administrativo formal.
A su vez se indica que los titulares de los establecimientos de entretenimiento públicos que sean infractores de la ley podrán ser castigados con multas de cuantía progresiva hasta, incluso, con la clausura temporal o definitiva del local.
La media sanción indica que la ley es de orden público, por lo que se invita a las provincias y a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires a adherir a ella en el marco de lo establecido en la Constitución Nacional y determinar la autoridad de aplicación responsable de regular y controlar la actividad.