En tiempos donde la palabra grieta se utiliza más para definir una división en la sociedad que para referirse a un término geológico, un grupo de numerosos intelectuales y referentes de distintas disciplinas proponen recuperar y afianzar vínculos entre los ciudadanos y para ello plantean escucharse, conversar y basarse principalmente en la confianza. El espacio Argentina Conversa surge de la necesidad de los argentinos de intentar superar esta abertura que ubica a unos de un lado, y a otros del contrario. Además plantean romper algo que se genera con ésto, y es la noción de que quien se ubique en la vereda contraria es considerado un “enemigo”.
“Ante la crisis las grietas se hacen cada vez más profundas y peligrosas.También se abren espacios para propuestas autoritarias que, sin importar el signo político que invoquen, cuestionan la democracia y la vigencia de la Constitución.Sin reglas claras y consensos en los temas más urgentes, el año electoral solo puede potenciar las diferencias, ahondar los problemas y alejarnos de las situaciones", sostienen en un documento presentado semanas atrás los miembros de Argentina Conversa. Para ahondar un poco más en detalle en la iniciativa, ocho de los más de 300 adherentes visitaron la redacción de PERFIL.
"Argentina Conversa surge a raíz de una serie de reuniones que tuvimos ciudadanos y ciudadanas inquietos por la situación del país a partir de septiembre de 2018. Nuestra intención es convocar a la mayor cantidad de personas para que participen en un proceso de conversaciones para generar una deliberación sobre temas básicos y éstos puedan ser presentados eventualmente ante los candidatos pero también, que se pueda continuar a partir de ahí con una metodología de participación significativa, sobre todo a partir del 11 de diciembre”, explicó la abogada e impulsora del proyecto, Marta Oyhanarte.
"Hay un interés creciente en ser escuchados pero hay que abrir los canales"
Asimismo, aseguró: “Notamos que es más importante la desesperanza que en este momento invade a la sociedad argentina que los problemas de la micro y macro economía -que son muy graves- pero la desesperanza es peor que todo eso junto”, por eso “creemos que es necesario resituar al ciudadano, darle la importancia que tiene y que no sólo eso ocurra en el período electoral. Hay un interés creciente en ser escuchados pero hay que abrir los canales, y si nos ponemos a pensar, podemos ver que en el mundo hay tres cuestiones que son básicas: la alimentación; la energía y el conocimiento, la potencialidad de Argentina en estos aspectos es enorme, pero somos incapaces de explotarla justamente porque nos involucramos en descalificar al otro e insultar”.
En ese marco, el abogado e integrante del comité asesor del Programa 2020, Teodoro Kreckler indicó: “Tenemos más de 300 adhesiones entre las que se encuentra gente importante de distintos sectores de la sociedad civil, algunos de la política. Estamos trabajando en detalle acerca de cómo va a ser la metodología, pero lo importante es que no es un espacio donde rija la clasificación de amigo/enemigo; aquí convocamos a todos: es un espacio diverso, con ideologías distintas y con una forma de trabajo prevista para iniciar en el mes de junio. Queremos achicar la grieta, esta confrontación permanente pensamos que le hace muy mal al país y le impide encontrar soluciones. Pensamos hacer una serie de conversaciones donde haya a su vez mesas temáticas con expertos en donde participen los ciudadanos y que las conclusiones a las que se arriben con el tiempo, se las hagamos llegar a los políticos y gobernantes”.
A su turno, el abogado especialista en Ética Pública, Alejandro Drucaroff amplió: “Argentina Conversa es una construcción colectiva, un espacio donde no hay jerarquías y no tiene tampoco ningún tipo de alineamiento partidario. El planteo va más allá de la coyuntura y de lo electoral. Realmente tenemos la mira puesta en el 11 de diciembre. Nosotros hablamos de una recurrencia de crisis en la Argentina centrada en la pobreza extrema; la corrupción, inflación y la inseguridad, todos estos problemas se vienen planteando independientemente de cuál sea el Gobierno y no van a cambiar sea cual sea el próximo Gobierno si no conseguimos avanzar en conversar, escucharnos y a partir de ahí generar políticas de Estado. Sin conversación y sin escucharse no hay posibilidad de construir acuerdos y sin acuerdos no hay país”.
Otro de los miembros del espacio es el decano de Arquitectura de la Universidad de San Martín, Claudio Ferrari, quien contó por qué decidió sumarse y qué visión puede aportar desde el área en la que trabaja: “Vengo del ambiente universitario, de las nuevas universidades creadas en el Conurbano con las que se produjo un fenómeno muy interesante que es la relación con el territorio que tienen en los enclaves donde funciona cada universidad. Me interesó esta propuesta porque la ecualización del discurso que viene de la necesidad de la comunidad, a pesar de que estamos en la era de la información, no encuentra canales reales de representación. Es muy difícil que el pensamiento de determinados lugares llegue a formar parte del relato de la sociedad porque el discurso general en la Argentina viene de arriba para abajo, y lo que llega de abajo es un eco deformado de visiones que tampoco se generan en esos ámbitos".
"En Argentina no hay vías de comunicación, por eso me parece importante cualquier propuesta de apertura para escuchar al otro"
A su vez, añadió: "Por ejemplo al hablar del tema pobreza, al pobre lo lastima muchísimo que todos los días se lo ponga en una estadística como si fuera que se mide la temperatura, porque además de ser pobre siente que es una molestia para la sociedad. Hay momentos en que todo esto es una noticia alarmante y otros en donde no se habla más, y en el medio no hay nada. Creo que construir ese canal es fundamental para crear una comunidad sería en la Argentina porque está roto ese canal, no hay vías de comunicación, por eso me parece importante cualquier propuesta de apertura para escuchar al otro".
Por su parte, el dirigente peronista Julio Bárbaro manifestó: “Yo arrastro la idea de la fractura, civilización o barbarie no se resolvió nunca. Uno es nación cuando siente que los dos sectores somos lo mismo, si la idea es que el otro es enemigo no hay Nación, entonces la pregunta nuestra es si podremos pasar del enemigo al adversario. El mismo Gobierno explota la idea de que el enemigo es Cristina (Fernández de Kirchner), eso le servía, y Cristina explota la idea de que el enemigo es (Mauricio) Macri, y los que no explotamos la idea del enemigo decimos ‘gane quien gane, no puede conducir’, porque la parte no puede conducir al todo y eso da miedo".
"Despreciar el pensamiento del otro es no respetar al otro"
"Me parece que la conversación es la forma de cambiar la idea de ‘enemigo’ a ‘adversario. Despreciar el pensamiento del otro es no respetar al otro, y esto vale para todos y es una metodología", remarcó.
El abogado Daniel Roggero, integrante de Usina de Justicia precisó: “De esta grieta o división que hay en la sociedad yo rescataría aquellos puntos donde no hay grieta, porque es cierto que hay un nivel de separación en cuestiones concretas, por ejemplo que no existan políticas de Estado que se prolonguen en el tiempo. Quiero desmitificar las rivalidades que existieron siempre en la Argentina desde el primer origen histórico y que también en la historia y actualmente los partidos políticos permitieron a las sociedades esos enfoques diferentes avanzar, llamémosle lo que nos parezca más acorde, de izquierda o derecha, o federalistas y demócratas en Estados Unidos, así nacieron las sociedades, entonces dijeron si el hombre es así, tenemos que dar un marco de entendimiento y ahí nacieron las constituciones. Nos faltarían esas políticas de Estado en temas específicos a mediano o largo plazo, pero no es que todo sea grieta porque no es cierto y no solo le pasa a la Argentina esto sino desde siempre y en otros países también. Tenemos que aceptar que hay diferencias, el desafío es cómo administramos o gestionamos las diferencias”.
El Estadístico Hugo Oscar Ambrosi dio su visión acerca de por qué plantearon que el espacio sea de conversación al indicar: “Cuando decimos ‘conversación’ ¿qué queremos decir? ¿decimos todos lo mismo o cada uno dice otra cosa? Si lo analizamos, el proceso de aprender tiene su primera manifestación en la conversación de los humanos porque era así como se transmitía el conocimiento. Por ejemplo para que una medición tenga validez y reconocimiento, tiene que tener consenso: el sistema métrico se impuso porque la gente se puso de acuerdo y se dio cuenta que no podía medir cada uno con la regla que más le gustaba".
"Hay que recordar en el tema de la conversación mantener la línea abierta, estar siempre disponible porque sino no existimos"
"La cultura está atravesándose por la necesidad de intercambiar, eso que algunos llaman inteligencia colectiva que trata de buscar espacio está ocurriendo. Hay que recordar en el tema de la conversación mantener la línea abierta, estar siempre disponible porque sino no existimos: el hombre existe porque está en sociedad y está ahí por el lenguaje que es a su vez un aparato", completó el docente y divulgador.
Para concluir, Nicolás Gadda Thompson, gestor cultural, consultor B y uno de los miembros más recientes de Argentina Conversa, que llegó tarde a la entrevista formal pero, durante un recorrido por la redacción de PERFIL con quien escribe este artículo, dejó claro -una vez más- que este emprendimiento es inclusivo y transversal a toda la sociedad argentina, y que incluye la intención de empoderar al ciudadano que se haya inspirado con esta propuesta a través de la promoción de herramientas y metodologías concretas para lograr consensos y acuerdos duraderos.
Entre los más de 300 firmantes que adhieren a Argentina Conversa se destacan además: la filósofa Diana Cohen Agrest;la exsenadora nacional María Eugenia Estenssoro; el doctor en Ciencias Políticas Oscar Oszlak ; el abogado constitucionalista Daniel Sabsay; el CEO de Perfil Network Jorge Fontevecchia; el Presidente Provisional del Senado Federico Pinedo; la actriz Soledad Silveyra; el director de investigación de ODSA Agustín Salvia; Norma Morandini; el analista político Sergio Berensztein; el productor teatral Carlos Rottemberg; Federico Andahazi; María José Lubertino; Eduardo Lazzari; Alejandro Fargosi; entre muchos otros.