El furor por correr no solo se evidencia en la cantidad de inscriptos en las competencias que se celebran en la Ciudad. Los parques y las plazas porteñas se convirtieron en “sedes de entrenamiento” para los equipos de ‘runners’, quienes, a las órdenes de un preparador físico, buscan su mejor estado atlético para participar en las distintas maratones que se corren en Buenos Aires.
Entre todos estos grupos, sobresale uno que entrena casi todos los días en la Plaza San Martín. Se trata del Team Running 31, el equipo de corredores urbanos integrado por habitantes de las Villas 31 y 31 Bis, de Retiro.
Entrenados por Sebastián Medina, no solo participaron de diferentes carreras en la Ciudad, sino que una de sus integrantes, Verónica Vargas, y el entrenador corrieron la Maratón Internacional de Queenstown, en Nueva Zelanda. A casi 10 mil kilómetros de uno de los mayores asentamientos porteños. La competencia se disputó el 17 de noviembre, y los representantes del equipo completaron sin problemas el recorrido.
“La experiencia fue única e inolvidable desde lo personal, lo deportivo y lo profesional. Pude correr mis primeros 42k con una integrante de Running 31. Llegamos a la meta juntos, agarrados de la mano, con la bandera argentina y la bandera del team”, recordó Medina, en su charla con PERFIL. Mientras que Vargas, por su parte, señaló que “cuando bajamos del avión en Nueva Zelanda no podía creer que estuviéramos allí. El día anterior a la maratón le dije al profe que esto ocurre una vez en la vida. Ni en sueños estaba la posibilidad de hacer este viaje, y menos correr 42k. Al principio íbamos por los 21k, pero fuimos por todo”, completó la joven maratonista. Vero, como todos la conocen en el grupo, entrena con el equipo desde 2017 y vive en el barrio desde que era chica. Al igual que sus compañeros, sobrelleva de la mejor manera la realidad del lugar junto a sus hijos. “El running me enseñó a superarme. Es un deporte que me hace sentir bien, tanto física como mentalmente. No sabía que salir a correr podía hacerme cambiar mi forma de vida. Abandoné un año, pero cuando volví a correr me tocó viajar a Nueva Zelanda. El viaje me hizo ver que mi familia y mis hijos me apoyan en todo lo que me está pasando y que siempre van a estar a mi lado”, afirmó Vargas, sin ocultar su emoción.
El grupo de running se formó en julio de 2016, cuando Medina fue convocado por la Secretaría de Integración Social y Urbana del barrio para realizar diferentes actividades deportivas. Si bien el Profe no tenía experiencia en entrenar corredores, el desafío profesional como su impronta social lo llevaron a desarrollar este programa. “Empecé repartiendo volantes por todos lados invitando a los vecinos. Empezamos con dos personas, que trajeron a dos más y así creció el grupo”, aseguró el entrenador. Al team también se acercaron oficinistas de la zona. “Nos ven entrenar con la remera del equipo, preguntan y se suman”, explicó Medina, mientras los runners de la 31 van llegando de a uno, botellita de agua bajo el brazo, algunos de ellos, acompañados por sus hijos. “Es un punto de fácil acceso para todos, además correr aquí es una manera distinta de integrar a los vecinos del barrio a la Ciudad”, agregó.
Alberto Genes y su esposa Teresa son de Paraguay y viven en el barrio desde hace 12 años. Los dos corrieron la maratón de Buenos Aires de este año y van por la de Río de Janeiro, en junio de 2020. “Un amigo del barrio me contó que un grupo de running se reunía en Plaza San Martín. Nos gustó la idea y nos sumamos con mi esposa hace dos años”, contó Alberto. Mientras que Teresa afirmó que “correr es una actividad que nos permite desestresarnos y olvidarnos por un momento de los problemas que podemos tener”, concluyó la nueva maratonista, antes de iniciar su entrenamiento diario.