La Cámara Penal de Campana accedió a conceder la libertad extraordinaria a José Arce, el hombre acusado de haber encargado el asesinato de su esposa Roxana Galliano, pero puso como condición que el empresario pague como fianza medio millón de pesos.
Ahora, la excarcelación de Arce dependerá de que la defensa pueda reunir el dinero o bienes que sumen esa cantidad que exigió el tribunal. En noviembre pasado la justicia de primera instancia le había otorgando el beneficio bajo palabra, luego que Arce alegara que tiene que cuidar a sus dos pequeños hijos y a que su madre, también acusada de ser ideóloga del crimen de Roxana, ya tiene 80 años y no puede hacerlo sola.
El jueves 30 de diciembre, la Cámara de Apelaciones de Campana ratificó el fallo de la magistrada, pero con una serie de exigencias para la defensa, que recién fue notificada ayer. Al respecto, la Cámara puso como condicionamiento una fianza, a raíz de lo cual la defensa comenzó a hacer una serie de trámites para reunir el dinero exigido. En ese sentido, el abogado de Arce, Roberto Hermo, aseguró esta tarde que su cliente "tiene propiedades que alcanzan a cubrir" los 500 mil pesos" que fueron impuestos como caución real para concretar la libertad.
"Empezaremos a trabajar para poner a disposición de la justicia los bienes por este valor y que salga excarcelado lo antes posible", dijo el letrado al canal C5N. Además del dinero, la Cámara Penal de Campana también impuso a Arce entregar su pasaporte, como garantía de que no se fugará del país.
Ratificó también una serie de condicionamientos que le impiden al imputado tener contacto con otros protagonistas de la causa y lo obligan a presentarse en la comisaría de su zona todas las semanas hasta que llegue el juicio oral. El crimen de Rosana Galliano, de 29 años, fue cometido la noche del 16 de enero de 2008 en su casaquita del barrio El Remanso, en Exaltación de la Cruz, cuando la víctima cenaba con su hermana Mónica. A Rosana le sonó el celular a las 22.50; era su ex marido que esa noche estaba con los chicos, pero como había poca señal la joven salió hasta el frente de la casa para hablar. Fue allí cuando el asesino la ejecutó de cuatro balazos con una pistola calibre 11.25.
El fiscal Marcelo Pernici, a cargo de la causa, consideró desde el inicio que se trató de un crimen por encargo de Arce, con quien la víctima atravesaba un conflictivo proceso de divorcio y había denuncias de la joven contra su ex marido por agresión. Según esa hipótesis, Arce habría contratado a dos hermanos, Paulo y Gabriel Leguizamón, para concretar el crimen, y habría planificado con la ayuda de su madre, Elsa Aguilar, el homicidio de su ex mujer.
En abril del 2009 Arce quedó detenido en la Unidad 41 de Campana, acusado de ser el autor intelectual de un homicidio calificado por el vínculo, y en setiembre la Fiscalía elevó a juicio oral y público el caso por el delito de "homicidio calificado por el vínculo y por la premeditación de dos o más personas", que prevé penas a perpetua. No obstante, Arce pidió el beneficio de la excarcelación diciendo que su madre, supuesta ideóloga del crimen junto a él, está a cargo de cuidar a los dos pequeños hijos que tuvo con Rosana; y que como la mujer anciana está a punto de cumplir 80 años las tareas se le dificultan. Incluso, Arce dijo que es difícil para su madre seguir las tareas escolares de los chicos y hasta citó que la mujer había sido víctima de un violento robo en su domicilio, algo que, quizás, no hubiera ocurrido si él no estaba preso.