Tras la polémica inauguración, en diciembre pasado, de una plaza sobre la avenida Elcano, el gobierno porteño planea llevar adelante otro proyecto en tierras del cementerio de la Chacarita. La intención, ahora, sería tomar otras 25 de las 95 hectáreas que ocupa el predio para desarrollar allí dos nuevos parques, a los que bautizarían Newbery y Garmendia. Fuentes comunales tampoco descartan que podría agregarse a esos espacios verdes futuros desarrollos inmobiliarios y hasta un polo gastronómico.
Tal como ocurrió con el parque Elcano (ver aparte), la Ciudad usaría terrenos que –asegura– están en desuso, pero que en realidad son utilizados para la inhumación de cadáveres. Esas tierras están ubicadas detrás del crematorio que funciona en el centro del cementerio, y que está rodeado por un amplio sector de tumbas y nichos que habría que reubicar.
PERFIL accedió a un master plan del proyecto, el cual incluye varias obras más, y sobre las que el gobierno porteño mantiene un fuerte hermetismo. Los futuros trabajos en el cementerio irían desde la continuación de la avenida Del Campo dentro de su perímetro hasta la demolición de los muros perimetrales que dan sobre las calles Guzmán y Jorge Newbery. Empleados del cementerio y vecinos de la Comuna 13 denuncian que del lado interior de esos paredones se encuentran diferentes galerías de nichos que en la actualidad están ocupados.
“Desde hace un año la Ciudad viene impidiendo que los deudos renueven los nichos y, en algunos casos, hasta se les pide que retiren los restos de sus familiares de ese lugar. Dicen que las galerías sobre la calle Guzmán, además, presentan peligro de derrumbe. Pero es mentira”, asegura Darío G., cuidador de una de las galerías de ese sector.
También ocuparían las parcelas donde actualmente funcionan el osario general y el sector donde se llevan las cenizas que no son retiradas del crematorio general.
Quienes denuncian este proyecto en realidad creen que esas tierras tendrán otro destino: el inmobiliario. “Existe una fuerte idea de impulsar un polo gastronómico sobre la calle Newbery a partir del bar Rodney, por lo que el proyecto inmobiliario no suena descabellado”, asegura Camila Rodríguez, integrante de la Junta Comunal por el Frente para la Victoria (FpV) de la Comuna 13. En la misma dirección, la comunera pide que la Ciudad informe qué tipo de trabajos van a realizarse en el lugar. “En una reunión con vecinos, el ministro Eduardo Macchiavelli sólo dijo que van a refuncionalizar el cementerio. Pero nunca dijo cómo. La Ciudad nunca respondió los pedidos de informes referidos al tema, que fueron enviados a la Legislatura y que se trataron en comisión, y que incluso llevan la firma de legisladores del oficialismo”, asegura a PERFIL.
Si bien desde el Ministerio de Ambiente y Espacio Público porteño niegan que el proyecto esté encaminado para este año, existen renders oficiales en los que se ve el perímetro asignado a las nuevas áreas verdes y las zonas del cementerio comprometidas (ver mapa).
Consultados sobre los reclamos de los familiares, las fuentes gubernamentales sólo responden que “las únicas notificaciones que se emitieron a los vecinos fueron por falta de pago por el uso de los nichos”.
Desde la oposición, en tanto, aseguran que “la obra no está individualizada en el presupuesto como debería”, pero vecinos y trabajadores del cementerio confirman que el proyecto avanza.
“Sabemos que se liberaron zonas del cementerio que van a ser usadas para parques y calles”, denuncian.
La cancha de básquet que da a una fila de nichos
Para los vecinos de Chacarita la construcción del parque Elcano sobre tierras del cementerio que le da nombre al barrio fue “el primer paso” de una avanzada mayor que el gobierno pretende sobre tierras de la necrópolis más grande de América Latina.
Ese espacio verde ocupa un sector de tres hectáreas al 4300 de la avenida homónima, y fue inaugurado el último día del año pasado. Desde que se dio a conocer, el proyecto estuvo envuelto en una fuerte polémica. De un lado, quienes querían el espacio verde y del otro, los que aseguraban que el gobierno iba a ocupar parcelas de tierra donde había restos humanos.
Pese a las denuncias que se hicieron al respecto, la Ciudad siguió adelante con el plan, ya que aseguró que ese sector estaba en desuso. En el lugar, que se encuentra separado del cementerio por una reja y un muro verde y al que se accede a través de pórticos centenarios, se instalaron una cancha de básquet, mesas con tableros de ajedrez y juegos para niños. Sobre uno de los costados del parque funciona la cámara frigorífica donde se llevan los ataúdes que esperan inhumaciones, traslados, o se mandan a arreglar aquellos que están rotos. De acuerdo con los empleados del cementerio y los vecinos, muy poca gente lo utiliza. “Ocuparon tierras donde había gente sepultada. Si falla el tiro al aro de básquet la pelota se va a un sector donde hay nichos”, afirma la comunera Rodríguez.