SOCIEDAD
se modificara tras 40 años

Con el nuevo código urbanístico, el 70% de los edificios serán menores a cinco pisos

El proyecto impulsado por el Ejecutivo porteño entró ayer a la Legislatura. Los desarrolladores piden que se consideren las zonas donde “falta desarrollo” edilicio.

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En altura. La regulación contempla que los edificios tengan un tope máximo de doce pisos, solo en avenidas. | obregon

Tras un año de reuniones, modificaciones y presentaciones a vecinalistas y los sectores desarrolladores e inmobiliarios, el gobierno porteño presentó ayer el proyecto de ley que modifica el Código Urbanístico de la Ciudad, vigente desde hace unos cuarenta años. Con esta nueva normativa, el Ejecutivo tendrá la potestad de regular dónde, cuánto y con qué criterios se podrá construir en la Capital Federal.

Si bien para el gobierno porteño esta ley apunta a actualizar las reglas urbanísticas vigentes, desde el sector de la construcción ponen reparos, ya que una de las premisas de la iniciativa apunta a la eliminación de las alturas desproporcionadas entre los inmuebles, es decir, las torres en zonas de casas bajas.

Según la futura ley, se determinarán seis alturas que van desde planta baja y dos pisos (9 metros) hasta planta baja y 12 pisos (38 metros), y se privilegiarán los edificios altos para las avenidas, los medianos para las calles y los bajos para los pasajes, respetando la actual morfología de cada barrio.

Con la nueva ley se eliminan los cálculos matemáticos que el Código actual utiliza para determinar la cantidad de metros cuadrados a construir y la altura, entre otros indicadores. “El 70% de la Ciudad va a tener edificaciones menores a cinco pisos. Cada vecino va a tener la posibilidad de ver qué es lo que se puede construir en cada una de las parcelas”, afirmó Carlos Colombo, subsecretario de Planeamiento porteño.

Gustavo Ortolá, titular de la desarrolladora GO Real Estate, sostuvo que este tipo de medidas apuntan a “acentuar las diferencias entre los barrios de distinto desarrollo en la Ciudad, incrementará los valores de las viviendas y reducirá la actividad del desarrollo inmobiliario en la comuna, que es un fuerte generador de empleos. No solo achatará la Ciudad, sino que le quitará ese carácter heterogéneo diferencial y distintivo. Si bien es un código amigable con los vecinos, fue poco consultado con los desarrolladores”.

José Rozados, del portal Reporte Inmobiliario, manifestó su desacuerdo con la futura ley. “Las alturas se determinan en función de lo preexistente en el barrio, dando por sentado que está bien y se consolida lo que está. Quizá falta promover que se construya en zonas en las que no llegó el desarrollo como Barracas, Parque Patricios, Boedo, Mataderos o Parque Chacabuco”.

Entre las nuevas reglas que entrarán en vigencia una vez aprobado el paquete de leyes, –que incluye una modificación del Código de Edificación y la ley de Plusvalía–, se destaca la posibilidad de generar una mixtura de usos en los barrios, se reconoce a las villas como parte de la Ciudad y se incorporan por primera vez criterios de sustentabilidad a la hora de levantar una construcción.

Desde el Consejo Profesional de Arquitectura y Urbanismo (CPAU), en tanto, sostienen que el futuro código urbanístico “carece de un plan que defina territorialmente la estructura urbana o el modelo de Ciudad que se desea”. Mientras que desde el sector de las constructoras señalaron que “la cuestión es saber qué Ciudad se pretende a futuro. La marca ‘Ciudad de Buenos Aires’ es más potente que ‘Argentina’, con su ya conocida volatilidad extrema. Con estas medidas van a matar lo único que les queda para convencer a algún inversor extranjero de que venga al país. El código es chato”, aseguró un desarrollador a PERFIL. Por último, desde la Cámara de la Construcción, por su parte, prefirieron no opinar.

Esquinas. Actualmente, en los terrenos más grandes se puede edificar más metros que en los chicos, situación que genera un achicamiento de las construcciones en esquinas: locales comerciales en ochavas enmarcados por contrafrentes y medianeras de edificios sirven de ejemplo. A ese tipo de diseño se lo conoce como “esquinas enanas”. Su contrapartida son las “torres sorpresa”, que sobresalen del típico escenario de casas bajas. “Vamos a proteger la identidad barrial”, agregó Colombo.