El Tribunal de Casación Penal bonaerense condenó hoy a prisión perpetua a Carlos Carrascosa tras encontrarlo responsable de homicidio calificado por el asesinato de su esposa, María Marta García Belsunce, y anular el rol de "encubridor" que se le había adjudicado en una sentencia previa.
El Tribunal también ordenó investigar a otras dos personas como coparticipes del homicidio, que serían el cuñado Guillermo Bártoli y la media hermana de la víctima, Irene Hurtig.
La decisión fue tomada ante la apelación del fiscal Diego Molina Pico, que acusó al viudo en el juicio oral e impugnó el rol secundario que habría tenido en el crimen.
Actualmente Carrascosa cumple por el encubrimiento del crimen una pena de cinco años de cárcel, pero sólo estuvo en prisión unos días porque fue beneficiado con una libertad morigerada. Se descuenta que ahora Carrascosa apelará a la Corte bonaerense y también ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación, con lo que su detención no se haría aún efectiva.
"Todo cambió, evidentemente el tribunal entendió que Carrascosa ha tenido que ver" con el crimen y que "al menos otras dos personas más tuvieron participación en el hecho", dijo el fiscal de Casación Carlos Altube.
El fiscal señaló que "de lo que surge de la sentencia, aparentemente" los sospechosos de la "coautoría funcional" que debería habrían tenido en el crimen otras dos personas, que serían Irene Hurtig y Bártoli.
María Marta García Belsunce, una socióloga de 50 años que era vicepresidenta de la entidad Missing Children, fue asesinada el domingo 27 de octubre de 2002 dentro de su casa del country Carmel, de Pilar, luego de haber estado con su marido y unos amigos.
La familia de la víctima estuvo bajo la lupa de la Justicia desde el inicio de la pesquisa porque había atribuido la muerte a una presunta caída de la mujer en la bañera. Sin embargo, después se exhumó el cadáver y los forenses comprobaron que tenía cinco balazos en la cabeza.
Los García Belsunce dijeron entonces que la mató un ladrón, pero Molina Pico estuvo siempre convencido de que el crimen respondió a una oscura trama vinculada -a su criterio- al narcotráfico y el lavado de dinero, en el marco de una pelea familiar.
Según el fiscal, la mujer llegó a su casa para esperar a la masajista, pero antes participó de una pelea con, posiblemente, dos hombres y una mujer, a alguno de los cuales llegó a herir, y por eso su sangre se mezcló incluso con los rastros de esos misteriosos sospechosos.
Fuente: DyN.