La Cámara del Crimen porteña confirmó ayer el procesamiento con prisión preventiva de Martín Ríos, el presunto tirador de Belgrano , por el crimen del joven Alfredo Marcenac ocurrido el pasado 6 de julio.
La medida, dictada por la Sala IV de la Cámara de Apelaciones en lo Criminal y Correccional, mantuvo la calificación de "homicidio agravado por placer" que había dispuesto la jueza de instrucción María Dolores Fontbona de Pombo.
Con el voto unánime de sus tres integrantes, los jueces Mariano González Palazzo, Carlos Alberto González y Alberto Seijas, la resolución del tribunal significó un nuevo revés para Ríos quien quedó más cerca del juicio oral y público.
El joven fue procesado por la muerte de Marcenac, baleado cuando caminaba por Cabildo al 1700, en Belgrano, y por seis tentativas de asesinato -también calificadas "por placer"- de las personas heridas en ese ataque.
La calificación había sido solicitada por el fiscal general ante la Cámara, Norberto Quantin; el de instrucción, Mariano Solessio, y el abogado querellante Julio Rozas, patrocinante de la familia Marcenac.
Además, en la misma resolución, el tribunal ratificó el procesamiento de Ríos por los disparos que impactaron en tres vagones de un tren de la ex línea Mitre, en inmediaciones de la estación Belgrano R, el 16 de junio pasado, y también por otros dos hechos: el ataque contra la confitería "Balcarce" de Cramer y Juramento, el 2 de marzo último, donde fue herida la joven Sabrina Sangiao, y contra un colectivo de la línea 67, en el que resultaron lesionados el chofer y un pasajero.
Ríos, de 27 años, fue llevado esta tarde desde la Unidad II del Complejo Federal de Marcos Paz hasta la alcaidía de los tribunales para ser notificado del fallo de la Cámara, junto con sus abogados Augusto Coronel y Angel Ramallo.
El ataque más grave que se le imputa a Ríos es el del 6 de julio, cuando el joven de 18 años, Alfredo Marcenac, caminaba por la avenida Cabildo al 1700 junto con amigos y fue baleado a mansalva, tras lo cual el tirador se dio a la fuga a bordo de un colectivo. Como consecuencia del ataque, el joven murió y otras seis personas sufrieron heridas de diversa consideración.
El paradero de Ríos fue un misterio durante varios días hasta que el 14 de julio fue atrapado en la ciudad bonaerense de Munro por un policía retirado.