El jefe antidrogas de la Policía de Córdoba, Rafael Sosa y otros cuatro agentes que tenían pedido de captura se entregaron en las últimas horas y quedaron detenidos en el marco de una investigación en la que se los acusa de tener vínculos con el narcotráfico.
Los cinco quedaron imputados de los delitos de asociación ilícita, privación ilegítima de la libertad y falsedad ideológica. La presunta vinculación de los policías con el negocio del narcotráfico trascendió hace una semana después de que se conociera el testimonio un colaborador encubierto, identificado como Juan Francisco ‘el francés’ Viarnes.
Los detenidos se encontraban alojados en la Alcaidía del edificio de Tribunales Federales. Por pedido del fiscal federal Enrique Senestrari, el juez federal a cargo de la investigación, Ricardo Bustos Fierro, ordenó en las últimas horas de este miércoles una serie de allanamientos en domicilios de los efectivos policiales y dependencias de la Central de Policía, mientras que paralelamente había emitido la orden de detención para los mencionados.
En su declaración, Viarnes aseguró que los jefes policiales tenían vínculos con narcotraficantes, que pasarían información a cambio de ser retribuidos con parte de los estupefacientes secuestrados en operativos antidrogas.