La presidenta Cristina Fernández de Kirchner recibió en su despacho de la Casa Rosada a Liliana
Florentín, de 33 años, y a Orlando Oviedo de 37,
padres de siete hermanos, incluido Máximo, el bebé recién nacido, primer ahijado
de la Presidenta.
El 11 de febrero de este año nació el séptimo hijo varón de la familia y como indica la
Constitución Nacional, si la familia lo pide,
el presidente de turno deberá ser el padrino del menor.
“A los seis meses del embarazo me enteré que iba a ser varón, a partir de ahí les decía
a todos que votaran a Cristina, porque quería que sea mi comadre”, le cuenta Liliana, en
exclusiva, a la
Revista Semanario.
La pareja se va a casar por civil los próximos días como indica el protocolo. La leyenda
marca que el presidente debe ser el padrino del séptimo hijo varón para que no se convierta en
lobizón en su adolescencia, y el Gobierno cumplió con la leyenda.
Máximo es el primer ahijado de Cristina desde que asumió el poder. Su marido y ex presidente,
Néstor Kirchner, tuvo más de 300.
