Cuando el sol se esconde hay muchas opciones para quienes no se contentan con cenar e irse directo a la cama. Buenos Aires ofrece un amplio abanico de posibilidades para noctámbulos: desde ir a ver animales al Zoológico o visitar la Reserva Ecológica hasta recorrer el Palacio Barolo y la Galería Güemes mientras la ciudad duerme.
Zoológico:
Frente a Plaza Italia, el Zoológico de Buenos Aires permance abierto tres veces por semana para dar a conocer la vida nocturna del lugar. La Jefa de Prensa Ana María Pirra cuenta que el plan "Zoo de noche" permite apreciar lagartos, cocodrilos, garzas, chimpancés, hipopótamos, leones y elefantes. "Los visitantes son llevados a la isla de lemures en un barco. Es un lugar completamente distinto al que se ve de día", asegura.
Si bien este recorrido se viene realizando desde hace dos años, la historia del zoológico data de mucho antes. Las tierras donde hoy se erige pertenecían a Juan Manuel de Rosas. El militar había mandado a construir en 1840 un pequeño zoológico para su hija Manuelita. En 1888 el predio fue transferido a la Municipalidad porteña.
Pero el lugar esconde otras historias. Uno de sus directores fue Mario Perón, hermano del General, entre 1946 y 1955. Pirra afirma que Juan Domingo Perón iba a comer asados los domingos cuando se cerraba el parque.
El líder político no era el único amante de los animales. También se dice que Borges solía pasar largo rato sentado frente a la vieja jaula de los tigres y que antes de perder la vista dijo que el amarillo de su ceguera era el de la última imagen que había visto del amarillo de los tigres.
Reserva ecológica:
Otra opción para aventureros es un paseo nocturno por la Reserva Ecológica. La visita se realiza sólo los viernes de luna llena, ya que no se utilizan linternas ni luz eléctrica. Así, los visitantes pueden internarse entre los matorrales durante tres horas en un recorrido que concluye a medianoche y olvidar que están a sólo unos minutos del microcentro.
A lo largo del recorrido se ven ceibos (una especie de nutria), tortugas de laguna, patos siriríes, gaviotas y gavilanes. Uno de los principales atractivos de las visitas guiadas nocturnas es que las personas, acostumbradas a mirar con la luz del día, deben ejercitar otros sentidos y descubrir las especies que las rodean.
La Reserva Ecológica comenzó como un proyecto para ganar tierra al río frente al antiguo Balneario de la Costanera Sur pero quedó abandonado en 1984. Entonces comenzaron a desarrollarse diferentes comunidades vegetales que favorecieron el hábitat . En 1986, el Consejo Deliberante porteño sancionó la ordenanza que le brindó protección.
Palacio Barolo:
Una opción para quienes prefieren realizar un recorrido nocturno puertas adentro es visitar el Palacio Barolo. Allí, cuando los oficinistas se retiran de sus despachos, el histórico edificio de 22 pisos construido en 1923 por el arquitecto italiano Mario Palanti da la bienvenida a todos los curiosos.
Miqueas Thärigen realiza allí desde hace 5 años las Extraordinary Nights. Todo comenzó en 2005, cuando se le ocurrió usar la oficina de su bisabuelo para iniciar un recorrido. La historia del Barolo es de por sí fascinante. En 1910 Mario Palanti y el empresario Luis Barolo soñaron con traer las cenizas del poeta Dante Alighieri a Buenos Aires ya que se iban a cumplir siete siglos de su muerte y los restos corrían peligro en una Italia sumergida en la guerra.
La estructura del Palacio sigue la de la Divina Comedia y se divide en tres partes: Infierno, Purgatorio y Cielo. La cúpula del edificio representa la unión entre Dante y su amada Beatrice. El tour consta de un recorrido por el edificio que culmina en el faro. "Después vamos a la oficina de mi bisabuelo y tomamos una copa de vino con aceitunas rellenas", comenta Miqueas, quien también hace tours privados para las parejas que se quieren declarar matrimonio allí.
Galería Güemes:
Por último, un lugar emblemático que se podrá visitar este jueves a las 20:00 es la Galería Güemes, construida en 1915. Creada por el arquitecto italiano Francesco T. Gianotti, el edificio fue restaurado por completo en 2004.
La galería supo concentrar más de un centenar de negocios y oficinas a lo largo de toda su historia y también un petit hotel, un hotel para pasajeros e incluso un cine porno en su época de decadencia, a partir de fines de los 60. En el subsuelo funciona desde 2008 el Piazzola Tango, espacio que antes solía ocupar el Teatro Florida, pionero en teatro de revista.
Uno de los personajes destacados que vivió en el departamento 305 de la galería en los años 30 fue el escritor y aviador Antoine de Saint-Exupéry, quien escribió allí su libro "Vuelo nocturno". Por otra parte, Julio Cortázar solía visitar la galería y su cuento "El otro cielo" quizás sea el más acabado homenaje para este edificio.
Pero además, otras anécdotas rodean a esta galería que fue lugar de transmisión de Radio Libertad, dirigida por Alejandro Romay. "Cuando la galería cierra, a las 12 de la noche, se habla de que es frecuentada por fantasmas", asegura el arquitecto Néstor Zakim, responsable del recorrido nocturno.
"En el año 1997 una dama se suicidó arrojándose sobre la cúpula y se dice que a poco tiempo se la vio entrar en el ascensor. Hay varios guardias que aseveran que la hicieron subir, la llevaron al piso octavo y que nunca más se la volvió a ver", concluye Zakim.
Para más información de cada destino, vea los horarios de las visitas guiadas.
(*) de la redacción de Perfil.com