Dos hijos de desaparecidos, robados al nacer durante el cautiverio de sus madres en la última dictadura argentina (1976-83), fueron encontrados y recuperaron su identidad, informó este martes el organismos humanitario Abuelas de Plaza de Mayo.
Con estos casos, suman 95 los nietos encontrados por la entidad, cuya búsqueda se inició en 1977, en plena dictadura. Abuelas estima que unos 500 bebés fueron arrebatados al nacer en campos de concentración durante el terrorismo de Estado.
En esta oportunidad, fue halladada la hija de Myriam Ovando y Raúl René De Sanctis, ambos desaparecidos en distintos operativos en la provincia de Buenos Aires (centro-este), el 1 de abril de 1977, indicó Abuelas en un comunicado de prensa. Cuando fue secuestrada en la calle, Miryam Ovando estaba embarazada de seis meses. Luego, Raúl De Sanctis fue visto en la comisaría 5 de La Plata, según testimonios de sobrevivientes. En una carta que recibieron los padres, Myriam logró contar que había dado a luz en cautiverio una niña a la que llamó Laura Catalina. Ovando y De Sanctis siguen desaparecidos.
El otro nieto restituido es hijo de Liliana Carmen Pereyra y Eduardo Alberto Cagnola, ambos estudiantes de Derecho que tenían 21 y 23 años, respectivamente, cuando fueron secuestrados de la pensión en la que vivían en Mar del Plata (400 km al sur), el 5 de octubre de 1977. Em aquel momento fueron llevados a la Base de Buzos Tácticos de Mar del Plata, donde funcionó un centro clandestino de detención. Desde entonces no se supo más nada de Cagnola, mientras que Pereyra, que estaba embarazada, fue trasladada en noviembre de 1977 a la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA, marina de guerra), en la capital argentina, para dar a luz en la maternidad clandestina que funcionó en ese emblemático campo de concentración. Se estima que tuvo su bebé en la ESMA en febrero o marzo de 1978 y poco después la regresaron a Mar del Plata, donde fue asesinada en julio. Su cadáver fue exhumado en 1985. El niño quedó en la ESMA a cargo de un subprefecto naval y fue apropiado (adoptado ilegalmente). Unas 30.000 personas fueron desaparecidas en la dictadura argentina, según organismos humanitarios