SOCIEDAD
DIARIO PERFIL

El Arte de vivir: fieles, subsidios y poder

El millonario presupuesto y nexos políticos. Los famosos que siguen a Ravi Shankar. Fotos.

El empresario Federico Ribero acercó a Marcelo Tinelli al Arte de Vivir.
| Cedoc

Crece como un rumor, gracias al boca a boca y a apariciones justas en los medios de comunicación. La fundación El Arte de Vivir y su curso de respiración son cada vez más pasión de multitudes en Argentina y, en apariencia, no tienen techo. “Hay voluntarios que dicen que no van a parar hasta que todo el país respire bien”, se ríe su presidente, Esteban Coll (ex directivo de Molinos Río de la Plata y hoy asesor de CableVisión, del Grupo Clarín). Lo cierto es que el número de personas que hacen los cursos se duplica año tras año.

En 2009 fueron unas 10 mil personas; se pasó a 20 mil en 2010, 48 mil en 2011. En apenas tres meses de 2012 ya se alcanzó la mitad de todo el año pasado (24 mil cursantes). Desde luego, con el aumento del movimiento aumentan los fondos que maneja la asociación: $ 13,4 fueron los millones presupuestados para 2011, también el doble de 2010 (su presidente había mencionado la mitad en la entrevista, pero luego llegó la corrección por correo electrónico).

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Según Coll, lo que ganan en los cursos –que reconoce que no son baratos– lo reinvierten en ampliar la oferta y en tratar de dejar de alquilar las 28 sedes que tienen en Buenos Aires y su conurbano. De hecho, lo lograron con la sede central, en la calle Aráoz, tras comprarla en más de medio millón de dólares. Allí funciona la administración, el área de diseño y sonido (que se prepara para la llegada del líder mundial Sri Sri Ravi Shankar, se septiembre); y ahí también atienden los jóvenes del call center. Al mediodía, el almuerzo que se sirve es estrictamente vegetariano.

Organización. Con el crecimiento de la Fundación llega su profesionalización. Aunque buena parte de su funcionamiento tiene que ver con el voluntariado, desde la llegada de Coll a la presidencia, hace tres años, se le dio una impronta ingenieril y se buscó ordenar las cuentas. Lo que derivó en la contratación de gente para ciertas áreas, relativas a la administración. De hecho, en la actualidad paga unos sesenta sueldos todos los meses; entre ellos, veinte instructores de tiempo completo. Si bien la fundación es tributaria ideológica de la casa matriz de la India, en cada país (y afirman que está en 151) funciona de modo autónomo.

¿Perfil de los colaboradores? “Gente de dinero que tiene tiempo y plata para colaborar y puede trabajar gratis y descubrió la espiritualidad”, define Marianela, de 32 años y editora de contenidos. Pero ella está contenta. “Hay gente a la que le cambia la vida por algo puntual; te ayuda a liberarte, a ver más claras las cosas”, dice. El reparo de ella tiene que ver con los excesos.

“Alguna gente se hace fanática, y no está bueno. El año pasado fui a Berlín porque justo estaba de viaje, y estaba Ravi Shankar, y gente que lo sigue por todos lados. Y a muchos no nos gusta porque no es un dios. Es un guía espiritual y punto. No está bueno eso de la Fundación, pero a mí me ayudó a centrarme y evitar la angustia del pasado y la ansiedad respecto del futuro. Elimina el estrés”. Ella dejó la Fundación por cuestiones de tiempo, pero la recomendó a familiares.

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