El arzobispo de Buenos Aires, Mario Poli, reclamó este domingo "progreso, paz y justicia para todos" y exhortó a la "compasión" en el país durante la festividad de San Cayetano, que como todos los años concentró a miles de fieles en el templo del barrio porteño de Liniers.
"No se confundan, una foto, un encuentro con el papa Francisco no te hace su vocero ni su amigo ni su misionero, si no practicamos estos mandamientos de la compasión y de la misericordia con el otro, que no es mi enemigo, sino mi hermano, mi semejante, mi prójimo", alertó el prelado durante la homilía que pronunció en la misa central.
Poli, que pidió "progreso, paz y justicia para todos", inició la misa con la lectura de una carta enviada por el papa, en la que Francisco manifestó que "el pan es mas fácil conseguirlo, porque siempre hay una institución o persona que te lo acerca, al menos en Argentina donde el pueblo es tan solidario".
"Pero trabajo es tan difícil lograrlo, sobre todo cuando seguimos viviendo momentos en el que los índices de desocupación son significativamente altos", sostuvo el papa en la carta que leyó el arzobispo y ya había sido difundida durante la semana.
En ese sentido, advirtió que "una cosa es tener pan para comer en casa y otra es llevarlo como fruto del trabajo, y esto es lo que confiere dignidad" y afirmó que "cuando pedimos trabajo para llevar el pan a casa, estamos pidiendo dignidad”.
El templo abrió sus puertas a medianoche, cuando sonaron las campanas y se lanzaron fuegos artificiales para iniciar el ingreso y bendición a los fieles, acompañados por las marchas ejecutadas por la orquesta de la Policía Federal.
En el marco de la fiesta religiosa, organizaciones sociales, políticas y sindicales, entre ellas el PJ y las dos CTA, se concentraron en la zona y marcharon hasta la Plaza de Mayo para reclamar al gobierno medidas para enfrentar la inflación y los aumentos de tarifas.