En los próximos cinco años, la Ciudad sumará una red de 66 kilómetros de túneles bajo su superficie. Es decir, superará en once al total que tiene la red del sistema de subtes porteño, que abarca 55 kilómetros bajo tierra. Los trabajos en simultáneo son, según el máximo experto local en obras de esta magnitud, un hecho “inédito” en América Latina.
Se trata de las cinco grandes tuneladoras que avanzan al mismo tiempo en el AMBA, y trabajan en obras fluviales como la construcción del segundo emisario fluvial del Arroyo Vega, en la zona de Villa Urquiza-Núñez –que abarca 8,4 km de extensión–; los 40 km del sistema Matanza-Riachuelo, que realizan en el sur porteño, y terminan con un túnel bajo el lecho del Río de la Plata, y los 18 km que tendrá el soterramiento del tren Sarmiento, en el tramo que va desde la estación Haedo hasta Caballito. Se trata de máquinas que en algunos casos fueron construidas especialmente para estos trabajos y cuyo valor oscila entre 10 y 30 millones de euros.
Las obras permitirán, entre otras ventajas, evitar inundaciones y terminar con los pasos a nivel en distintos puntos de la Ciudad. “Es un hecho inédito que estén trabajando cinco grandes tuneladoras en el AMBA. Es la primera vez que se da esta situación, tanto a nivel local como regional. Ni en San Pablo, por ejemplo, trabajaron tantas al mismo tiempo”, aseguró Oscar Vardé, titular de la Asociación Argentina de Túneles y Espacios Subterráneos (Aates). “En poco más de veinte años, la construcción de túneles mecanizados se consolidó como la mejor forma de perforación subterránea”, agregó el ingeniero civil.
Estas máquinas miden entre 80 y 150 metros de largo, y trabajan a profundidades que, en algunos casos, llegan a los 40 metros. En el caso de los túneles del subte, su profundidad oscila entre los 15 y 20 metros promedio, sin contar los cruces de líneas. Todas tienen nombre de mujer, que fueron elegidos por los vecinos. En el caso de la tuneladora del Arroyo Vega, se llama Elisa, y homenajea a la primera mujer egresada de la carrera de Ingeniería en el país, Elisa Bachofen. En el caso de AySA, una de las máquinas se denominan Valentina (Tereshkova), la primera mujer astronauta; Beatriz (Mendoza), la vecina que lideró la causa que obligó al Estado a sanear el Riachuelo. La tercera tuneladora también se denomina Elisa. Mientras que la utilizada en el soterramiento aún no fue bautizada.
Vecinos podrán controlar los trabajos en la Ciudad
Detalles. La obra del soterramiento contempla la construcción de un túnel doble vía de 18 km de extensión. Hasta ahora se llevan ejecutados 5,5 km. Además del túnel, se construirán ocho estaciones subterráneas y se eliminarán 52 pasos a nivel con barreras por donde cruzan unos 20 mil vehículos por hora. Con esta obra se beneficiarán los vecinos del oeste del conurbano bonaerense, así como también quienes viven en los barrios de Villa Luro, Flores y Caballito, entre otros.
Por su parte, los trabajos que se están realizando en el Sistema Matanza-Riachuelo permitirán mejorar el proceso de efluentes actual, además de expandir el servicio de cloacas en zonas relegadas, tal como ocurre en el sur porteño. Estas obras implican construir más de 40 km de túneles que correrán por la margen izquierda del Riachuelo desde Villa Lugano hasta La Boca-Barracas llevando efluentes y, luego de pasar por una planta de tratamientos en Dock Sud, los líquidos serán dispuestos a través de un emisario subfluvial de 12 km bajo el lecho del Río de la Plata.
Mientras que en el caso de la construcción del segundo emisario del arroyo Vega, en el que hasta el momento se construyeron 610 metros, el plan apunta a duplicar la capacidad de escurrimiento del agua de lluvia hacia el Río de la Plata para poder beneficiar a unos 315 vecinos de los barrios de Belgrano, Villa Urquiza, Núñez y Colegiales, entre otros.