Barrio exclusivo. Pueblo. Complejo. Club de chacras. Aunque las denominaciones varíen y las estrategias de ventas eviten llamarlos por su nombre, los countries y barrios cerrados están creciendo en Punta del Este, quizás empujados por una creciente inseguridad. Ya son doce los emprendimientos que buscan combinar la tranquilidad de un paisaje de mar y playa con la seguridad y los servicios de una gran ciudad. “ En Uruguay no existía la cultura country. Pero ahora las inversiones a través del barrio cerrado son un plus. Por eso, hasta se han adaptado lugares que no fueron creados con esa idea, como estrategia de marketing para vender más”, opina Juan Carlos Sorhobigarat, de la inmobiliaria Terramar.
Los argentinos son los compradores mayoritarios de estos proyectos, aunque también son buscados por extranjeros que quieren grandes extensiones de tierra en zonas alejadas pero con la garantía de sentirse protegidos. Mauricio Macri, Valeria Mazza, Araceli González y Carolina “Pampita” Ardohain son algunos de los famosos que eligen pasar sus vacaciones en el Este, detrás de la cerca.
Estilo country. La oferta y los estilos son muy amplios: algunos están pensados para parejas jóvenes con hijos; otros, para europeos mayores de 50. Están los que tienen club house y muchos espacios comunes y los que sólo comparten el estricto servicio de seguridad. Algunos imponen rigurosos criterios estéticos y otros permiten el estilo libre. También los precios y las hectáreas de los lotes son variados.
Pinar del Faro, un proyecto que se lanzó en 2005 en José Ignacio, es lo más parecido a un country de Pilar, pero con toques playeros. Tiene cuatro canchas de tenis, pileta, dos plazas, club house y restaurante. “La mayoría de nuestros compradores son argentinos, parejas con hijos que allá viven en countries y quieren trasladar ese estilo de vida a Punta del Este”, asegura Soledad Parodi, encargada comercial. Valeria Mazza fue una de las que apostaron por el estilo country y este verano estrenó finca en Viñedos del Este, un complejo con lago, olivares, frutales y canchas de fútbol y tenis.
Aunque no todos los emprendimientos buscan definirse claramente como countries. Algunos como Pueblo San Vicente o Terrazas del Cultural, donde vive Mauricio Macri, toman sólo algunos elementos de este tipo de vida. En Terrazas, el cerco perimetral no es alambrado sino de madera “estilo granja, porque otorga una sensación de contención y no de encierro”, tal como se explica en su página web.
Para Patricia Medero, directora de ventas de Chakras del Este, la seguridad es decisiva para definir una compra: “Aunque Uruguay es un país muy tranquilo, se hizo necesario para quienes quieren instalarse en destinos alejados. Así podés estar solo en medio de la nada, pero sin riesgos”. Seguridad satelital, controles de acceso, alarmas, personal que recorre los predios, son algunas de las medidas adoptadas en estos desarrollos inmobiliarios.
“Vinimos muchas veces a Punta de Este porque mi suegra tiene casa en La Barra. Cuando vi San Vicente, me encantó y compré. Siento que estoy en el campo y a una cuadra del mar. Si bien no queríamos vivir en un condominio, varios amigos nos hablaron de la importancia de la seguridad.”, explica Cristian Firmat, un empresario argentino que desde hace 20 años vive en Miami con su familia.
Otro plus que suma puntos a estos emprendimientos es que la mayoría brinda servicios extras a sus pobladores: además de jardineros, cocineros y personal de limpieza, muchos pagan los impuestos y se encargan de los arreglos de la casa. En El Quijote funciona Service Pro, una empresa “dedicada a solucionarte la vida” que puede cambiar una bombita, cortar la leña para el fuego y hasta llevar propietarios a hacer shopping a La Barra. “Hay dueños que cuando vienen en invierno me llaman por teléfono y los esperamos con el hogar encendido y la heladera llena”, explica Luis Villamil, administrador de San Vicente. En Chakras del Este, las casas se venden ya amuebladas con todos los electrodomésticos, la vajilla y la ropa blanca. Así lo explica Medero: “Son casas listas para usar. Sólo tenés que venir con tus portarretratos e instalarte, porque hasta el cepillo de dientes te lo damos nosotros”. La seguridad, un argumento ahora más importante que la exclusividad y el confort .
El sueño del pueblo porpio
Alejandro Freire Alvarado tiene 50 años y seis hijos. Alto ejecutivo durante 15 años, en 2001 decidió cambiar de vida. Compró 10 hectáreas en el barrio cerrado Mangrullo de Punta Piedras y allí comenzó a construir Los Coyotes, su propio pueblo. “Con mi mujer, Florencia, decidimos perdernos en el interior uruguayo, algo que hoy no cambio por nada. Vivir acá es volver a vivir como antes”, explica.
“A nosotros nos asaltaron a punta de pistola cuando mi mujer estaba embarazada de 8 meses. Por eso entiendo que la seguridad para muchos argentinos es un plus. Vienen con la paranoia del vidrio polarizado y trasladan la vida country acá”, asegura.
De eso no se habla
* En Punta del Este le bajan el perfil al tema de la seguridad. Sin embargo, la semana pasada se registraron varios robos y hasta algún acto vandálico, aislado, contra autos de argentinos por el conflicto de la papeleras.
* Hubo robos también en La Paloma y Cabo Polonio.
* Los argentinos son los más preocupados por el tema.
* Las inmobiliarias y los emprendedores están tomando nota de la tendencia.
* Hay varios proyectos para construir diferentes countries y barrios cerrados en los próximos años.
* Desde Punta del Este.