Una comitiva de jueces argentinos participó del Encuentro Panamericano de Jueces en El Vaticano, ante los cuales el Papa Francisco dijo en un discurso en castellano que restarle importancia a los derechos sociales es un modo, especialmente a nivel político, de promover "la desigualdad y la indignidad".
"Me preocupa comprobar que se alzan voces, especialmente por parte de algunos doctrinarios, que buscan explicar que los derechos sociales son viejos, son obsoletos y tienen nada que aportar a nuestra sociedad", expresó el Papa. En el encuentro, del que participaron magistrados de todo el Continente americano, el pontífice argentino dijo que "de ese modo, confirman las políticas económicas y sociales que guían a nuestros pueblos a la aceptación y a la justificación de la desigualdad y la indignidad".
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"La injusticia y la falta de oportunidades tangibles y concretas detrás de tantos análisis, que no llegan a colocarse en el lugar del otro - y no digo 'zapatos', porque en muchos casos estas personas no los tienen-, son una manera de generar violencia: silenciosa, pero violencia al fin", aseguró Jorge Bergoglio. Para él, la "desregulación" de los derechos sociales siempre se justifica con argumentos como "deficiencias presupuestarias" o "imposibilidad de beneficios generalizados". "No hay democracia con el hambre, ni desarrollo con la pobreza, ni justicia en la desigualdad", advirtió Francisco en su discurso en español.
En opinión del Papa, el sistema político-económico "debe garantizar que la democracia no sea solo nominal sino que pueda ser realizada en acciones concretas para garantizar la dignidad de todos sus habitantes bajo la lógica del bien común, en un llamado a la solidaridad y una opción preferencial para los pobres". Y eso, sostuvo, "requiere un esfuerzo de las más altas autoridades, y por cierto de la magistratura, para reducir la distancia entre el reconocimiento legal y su práctica".
"La injusticia social generalizada es por lo tanto invisible, y solo la recordamos o reconocemos cuando algunos la comentan por la calle y son rápidamente etiquetados como peligrosos o fastidiosos", observó. Esto, subrayó, "termina por silenciar una historia de retrasos y descuidos".
Me preocupa comprobar que se alzan voces, especialmente por parte de algunos doctrinarios, que buscan explicar que los derechos sociales son viejos, son obsoletos y tienen nada que aportar a nuestra sociedad, expresó el Papa
"Déjenme decirlo: este es uno de los grandes obstáculos que el pacto social encuentra y que debilita al sistema democrático", sentenció. Francisco aclaró que "en un mundo de virtualidad, cambios y fragmentación, los derechos sociales no pueden ser solo exhortativos o apelaciones nominales" y que "está claro que nuestro compromiso es con nuestros hermanos para hacer efectivos los derechos sociales y tratar de desmantelar todos los argumentos que amenazan su concreción". Según el Papa, todo eso debe llevarse a cabo "a través de la aplicación o la creación de una legislación capaz de que las personas crezcan en el reconocimiento de su dignidad".
"Las lagunas jurídicas, ya sea en términos de legislación adecuada o de acceso y conformidad a ella, ponen en funcionamiento círculos viciosos que privan a las personas y a las familias de las garantías necesarias para su desarrollo y su bienestar", dijo Francisco, quien explicó que esas "lagunas" son "los generadores de corrupción que encuentran en los pobres las primeras y más importantes víctimas".
D.S./FeL