Greenpeace consideró “poco efectivo” el cambio del huso horario y reclamó un programa agresivo de iluminación eficiente en los edificios públicos. Si bien Greenpeace le dio la bienvenida a la preocupación del Gobierno Nacional por introducir medidas de eficiencia y uso racional de la energía, demandó objetivos claros para abandonar una prédica que hasta ahora ha sido sólo voluntarista.
“La iluminación es una porción importante del impuesto eléctrico en el sector público y domiciliario. Para comenzar un proceso de incorporación de políticas de eficiencia energética es necesario comenzar con el cambio de lámparas incandescentes por lámparas que ofrecen la misma iluminación consumiendo un 75% menos de energía”, sostuvo Rosario Espina, coordinadora de campaña contra el Cambio Climático de Greenpeace.
En este sentido, Espina explicó que “para dar el primer, además de generar condiciones favorables para el cambio domiciliario de lámparas, la administración pública debe reemplazar en forma total estas lámparas durante el primer semestre de este año”.
“Además de atender a la coyuntura, se deben adoptar medidas que cambien un modo de consumo irracional que nos lleva a una mayor dependencia de fuentes energéticas sucias que además agravan la crisis climática que atraviesa el planeta”, sostuvo Espina.
Por otra parte, Greenpeace consideró “poco efectiva” la medida de cambiar el huso horario, anticipó que no tendrá efectos relevantes y que sumará complicaciones en muchas provincias, como ha sucedido en la última experiencia del 2004.
Greenpeace propone que todos los edificios públicos en la Ciudad de Buenos Aires, Rosario y Córdoba realicen un completo reemplazo de lámparas incandescentes por las de bajo consumo durante el primer semestre de 2008.
La organización impulsa como objetivo que a partir del 2010 se prohíba totalmente la comercialización de lámparas incandescentes. Este es un proceso que ya se está dando en diversas partes del mundo. “Argentina debe dar ese primer paso hacia lo que para Greenpeace debe ser una “Revolución Energética” para construir un modelo energético sustentable que enfrente la dramática situación que representa el Cambio Climático”, señaló Espina.
Greenpeace también señaló que el Gobierno debe tener en cuenta en su idea de importar lámparas de bajo consumo el estudio realizado en el 2006 por el INTI (Instituto Nacional de Tecnología Industrial) que demostró que diversas marcas de estas lámparas en el mercado, particularmente las de origen chino, no cumplían con los valores de eficiencia y de vida útil.
Según un considerable número de estudios y de expertos en relación al Cambio Climático, se reconoce que quedan pocos años para cambiar la peligrosa tendencia que siguen hoy las emisiones de gases que provocan el cambio climático.
“No tenemos mucho más que unos 8 años para provocar ese cambio, por eso debemos empezar hoy mismo con medidas que estén a la altura del desafío que representa la amenaza global del cambio climático” planteó Espina.