Bajo la consigna "Maldita Bombita", Greenpeace lanzó hoy una campaña de Eficiencia Energética y denunció que, a pesar del plan lanzado en diciembre por el Gobierno Nacional, muchos edificios públicos continúan iluminados por lámparas incandescentes.
La organización reclamó el reemplazo total de lámparas incandescentes que aún iluminan los edificios públicos de las ciudades de Buenos Aires, Córdoba y Rosario durante el primer semestre de 2008.
Como medida de protesta, activistas ingresaron hoy al edificio de la Casa de la Cultura del Gobierno porteño, en Av. de Mayo y Perú y cambiaron 70 lámparas incandescentes por lámparas de bajo consumo, de las grandes arañas instaladas en el hall de entrada del edificio, frente a la mirada de los empleados.
"La eficiencia energética es la respuesta mas rápida a la demanda de energía en el actual contexto de escasez en el suministro y es el camino más eficaz para reducir las emisiones de CO2 (dióxido de carbono) a la atmósfera, y así mitigar las graves consecuencias del cambio climático. Las lámparas de bajo consumo ofrecen la misma iluminación consumiendo un 75 por ciento menos de energía", dijo Rosario Espina, Coordinadora de la Campaña contra el Cambio Climático de Greenpeace.
"Mientras el gobierno promueve la eficiencia energética, los edificios públicos siguen iluminados con miles de lámparas incandescentes", dijo Espina, y aclaró: “Vinimos a cambiar estas lámparas para mostrar un ejemplo de la ineficiencia del sistema de iluminación del Estado, tanto de la Ciudad como de la Nación. Por eso queremos pedirle a la gente que se sume, que nos envié una foto de todas las lámparas que no sean de bajo consumo que estén en oficinas públicas, para denunciar y exigir que las reemplacen".
De esta manera, Greenpeace reclamó la implementación del plan propuesto por la organización, publicado en el informe Eficiencia Energética: Primer Paso, eliminación total de lámparas incandescentes para 2010.