El servicio en las seis líneas del subte porteño se cumplió hoy en medio de deliberaciones y asambleas de trabajadores, que reclaman aumentos salariales y rechazan un acuerdo firmado en el Ministerio de Trabajo.
Sin embargo, el Premetro estuvo paralizado seis horas, debido a una medida de fuerza en rechazo a que el convenio de mejoras en los sueldos lo haya firmado la Unión Tranviarios Automotor (UTA) y no la Asociación Gremial de Trabajadores de Subte y Premetro (AGTSyP), que tiene inscripción, pero aún no cuenta con autorización gubernamental para rubricar convenios laborales.
Referentes de la AGTSyP mantuvieron reuniones en todos los ramales de la red para debatir el aumento firmado anoche en la cartera laboral, de elevar de 18 a 35 pesos por día los viáticos para los empleados.
Sectores "duros" de esa nueva agrupación gremial, liderados por Claudio Dellecarbonara impulsaban la declaración de un paro en las seis líneas, pero otro grupo, encabezado por Néstor Segovia, se mostró en desacuerdo a cumplir una medida de fuerza que podría generar malestar entre los usuarios.
Si bien durante todo el día la amenaza de una huelga generalizada, que dejaría a miles de pasajeros a pie, se mantuvo vigente, pasadas las horas empezó a perder fuerza, hasta que, a las 19, los trabajadores resolvieron no volver a las protestas.
Finalmente, si bien los trabajadores y delegados acordaron no retomar las medidas de fuerza, afirmaron que continuarán con las negociaciones por obtener algunas de las reivindicaciones.