SOCIEDAD
coimas, proteccion y complicidad

Investigan a veinte narcopolicías en Rosario

Se trata de comisarios, subcomisarios y jefes de calle. También hay agentes de inteligencia y Delitos Complejos. Aparecen mencionados en causas que tramitan en la Justicia Federal.

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Sospechas. A los efectivos investigados se los vincula con las causas de Los Monos, Bassi y Medina. | Cedoc Perfil
Los vínculos de la provincia de Santa Fe con el narcotráfico no se cortaron con la reciente condena del ex jefe de la policía, Hugo Tognoli, quien deberá –si la sentencia no es revocada– cumplir siete años de prisión por encubrimiento de un narco. Esta sospecha habría impulsado al Ministerio de Seguridad de la Nación a pedir el “monitoreo” sobre la policía provincial como condición para desplegar Gendarmería en el territorio.

Aunque hay miembros de fuerzas federales que también están bajo la lupa de la Justicia por connivencia con el narcotráfico en Santa Fe; al menos veinte policías de todas las jerarquías –comisarios, subcomisarios, sargentos y jefes de calle– en diversas dependencias de Rosario aparecen mencionados en la actualidad en causas que tramitan en la Justicia Federal, indicaron fuentes judiciales a PERFIL. Incluso, aquellos a los que les toca ir detrás de las organizaciones. Las sospechas se extienden sobre personal de inteligencia y de Delitos Complejos.

Por esa razón, es probable que la policía de Santa Fe, como sucede en estos casos, sea reemplazada por otras fuerzas de seguridad en los expedientes en los que existe algún un grado de sospecha.

El cobro de coimas por protección y ser parte activa del negocio y la distribución son las principales acusaciones que deberá afrontar la veintena de efectivos cuyos nombres desfilan en los expedientes en manos de las tres fiscalías federales de Rosario, principalmente en las causas relacionadas con los miembros de Los Monos, el asesinado Luis Medina y Leandro “el Pollo” Bassi, a las que podrían sumarse otras investigaciones en los próximos días.

En el caso Medina, el accionar de uno de sus socios –que compraba autos mellizos para utilizar en el traslado de la droga en Buenos Aires– no habría sido posible sin la complicidad de la policía de Santa Fe y la Bonaerense. Si bien en la causa que investigó a la banda Los Monos varios policías fueron procesados, los detectives que trabajan desde el fuero federal creen que siguen operando desde prisión con renovada protección policial de sus búnkeres a cambio de un monto fijo de dinero.

En esa investigación, el fiscal Marcelo Degiovanni y la Procunar, a cargo de Diego Iglesias, develaron la existencia de una cocina de cocaína en pleno centro rosarino con una novedad: la elaboración de una “cocaína sintética”, estirada con keratina, una sustancia que también se halló en la casa de Vanesa Barrios, la pareja del nuevo líder de Los Monos, “Guille” Cantero.

Los detectives detectaron, además, que las organizaciones se desplazaron hacia el Gran Rosario, Villa Gobernador Gálvez, San Lorenzo. En Rafaela, la llegada de un grupo narco cordobés ya provocó algunos enfrentamientos.

Fuentes del Ministerio de Seguridad de Santa Fe indicaron a PERFIL que los policías a los que les probaron, entre 2012 y 2014, vínculos con las bandas, fueron desplazados o están presos, aunque reconocen que los juzgados federales no comparten información al respecto, algo que reclamarán en el comando unificado. La cartera al mando de Maximiliano Pullaro no es la única que tiene quejas sobre el accionar de los jueces. Fiscales y fuerzas de seguridad demandan mayor celeridad para cortar las cadenas de complicidad.

Este jueves, el homicidio de un joven que habría intentado robarles una moto a dos agentes encubiertos de la Dirección General de Prevención y Control de Adicciones, ex Drogas Peligrosas, en el barrio Fonavi hizo ruido entre quienes intentan determinar los lazos de la policía con el crimen organizado