Ya no los une el amor y tampoco el espanto: mientras Carlos Menem pegó el jueves el faltazo al comienzo del juicio oral por la venta ilegal de armas a Croacia y Ecuador a causa de “un cuadro de estrés, anemia severa, diabetes y alergia”, su ex mujer Cecilia Bolocco se mostró muy saludable en San Pedro de Atacama.
Con pantalones y el corpiño de una bikini blanca, se dejó alzar por los fornidos y tatuados brazos del conductor Felipe Camiroaga entregándose al flirteo para calentar la previa de una entrevista sin restricciones que se verá esta noche en Chile y por la que el programa Animal nocturno le habría pagado no menos de US$ 11.400. Pero la motivación no sería sólo económica: “Medio pololeamos con Felipe”, admitió con mucha ambigüedad Bolocco a la revista Caras chilena.
Es una semana mediáticamente agitada para la chilena: en su rol de diseñadora de modas, fue la anfitriona de la presentación de su colección primavera-verano para Falabella. Llegó en un Mercedes Benz negro con chofer y se mostró radiante. Máximo, el hijo que tuvo con Menem, caminó por la “alfombra verde” del brazo de sus abuelos y arrancó carcajadas al cubrirse el rostro de los flashes de la prensa.
Bolocco hace un esfuerzo por mostrarse renovada, y aunque los problemas legales de su ex marido hoy le resulten lejanos, su viejo canal no le permite olvidarse de esa historia de amor que incluyó boda popular en 2001.
Lea la nota completa en la Edición Impresa del Diario Perfil