El juez Luis Zelaya cree que el “odio de género” fue lo que motivó a Lucas Azcona (22) a matar a la estudiante chilena Nicole Sessarego Bórquez (21) hace cuatro meses. Además, el magistrado infirió que ese sentimiento hacia las mujeres se podría vincular con una “conflictiva relación con su madre”.
Mirian Galarza aceptó hablar con PERFIL, criticó la resolución del juez y aseguró que tiene una “muy buena relación” con el joven. “No sé por qué lo hizo, pero estoy segura de que no existe ese supuesto odio porque Lucas es un romántico con las mujeres”.
La vida de Mirian cambió desde que decidió, junto a su ex pareja, entregar a Lucas a la Justicia por considerarlo responsable del crimen de Nicole. La resolución del juez la ubicó en un lugar que la puso incómoda. “Yo quiero que Lucas cumpla con la pena que le corresponda, pero necesito que la Justicia sea justa porque esa calificación me parece una locura. Siento que lo quieren juzgar por cualquier cosa”, se queja Mirian. “Milagros (su otra hija) siempre decía que su hermano no iba a encontrar novia porque era un romántico para las chicas de hoy: escribía poemas de amor, les regalaba flores y chocolates, las llamaba ‘amor’ o ‘corazón’”, recuerda.
El martes pasado, Zelaya procesó a Azcona por “homicidio calificado por odio de género”, que tiene una pena de reclusión perpetua, por asesinar de once puñaladas a Nicole, el 15 de julio pasado. En el dictamen, aseguró que el acusado “actuó con un claro sentimiento de animadversión concretizado en el odio hacia el género femenino”. Para llegar a esta resolución, valoró las pruebas aportadas por los videos, el ADN encontrado en la escena del crimen, el relato de otras cinco mujeres que denunciaron haber sido acosadas por Azcona y las pericias psicológicas que hablan de un conflicto con su progenitora (ver aparte). “Creo que la motivación luce agotada en el objetivo de matar a Sessarego Bórquez por su pertenencia al género femenino”, sentenció el magistrado.
Su relación. En la entrevista, Mirian asegura que se lleva “muy bien” con su hijo. “Siempre nos preocupamos por darle lo mejor, su padre les daba todos los gustos. Cuando Lucas tenía 9 años, me separé de su papá y me vine con los chicos a vivir a Chaco. Tal vez me responsabilizó un poco porque sintió que lo alejé de su padre y Lucas siente admiración por él, pero nunca me dijo nada y tampoco notamos nada extraño.
—El juez destaca que Azcona tenía una relación “fría, conflictiva y violenta” con usted...
—No sé de dónde sacó eso. No soy una mamá de pegar. El único conflicto que tuvimos fue cuando él tenía 10 años, porque llegó un momento en que se me estaba yendo de las manos. Yo soy estricta y él no hacía caso. Un día se me escapó, lo busqué por todos lados y, cuando lo encontré, llamé a su papá porque no sabía qué más hacer. Tuve miedo de que le pasara algo malo si seguía así. Lucas no odia a las mujeres y yo no tengo ningún parecido físico con Nicole.
En la piel. Lucas Azcona tiene tatuada en el brazo izquierdo una mujer con “cuernitos” y con una cicatriz en la cara. Este dibujo llamó la atención del juez de la causa y marcó un paralelismo con la forma en que mataron a Nicole Sessarego, al destacar que uno de los once cortes “estuvo dirigido al rostro en tanto símbolo de la belleza femenina”, por lo que interpreta que “las puñaladas fueron realizadas con odio de género”.
—¿Por qué cree que su hijo asesinó a Nicole?
—No lo sé. Esa pregunta me la hago todos los días. El reconoce que lo hizo pero no nos explica el porqué. Dice que no se acuerda. Cuando lo visitamos en el penal, sólo lloraba, nos pedía perdón y me rogaba que cuidara a sus hermanitas. Nosotros lo entregamos porque lo que hizo está mal y porque Nicole pudo haber sido Milagros.
La próxima semana, Mirian Galarza visitará a su hijo en el Complejo Penitenciario de Ezeiza, donde el joven está detenido. El jueves cumple 23 años.