La mayoría de quienes visitan Amsterdam raras veces se aventuran mas allá de los puentes arqueados, pasajes acuosos y desalineadas casas de los canales del encantador centro de la ciudad. Pero igualmente fascinante es el auge de desarrollos en el puerto y en las áreas alguna vez arenosas que yacen entre el centro histórico y el anillo de circunvalación (A10).
Vale la pena desviarse a estos puntos de insnovación –promovidos al estilo Brooklyn por jóvenes diseñadores y empresarios que no pueden pagar los alquileres de la Keizersgracht. Para explorarlos, sólo actúe como los locales: súbase a una bici y vaya.
Día 1- Frenesí de diseño
Durante más de 25 años, los fanáticos del diseño holandés han frecuentado la icónica tienda Frozen Fountain en busca de mesas de Piet Hein Eek y floreros de Hella Jongerius. Pero recientemente, han entrado en escena algunas tiendas más accesibles, como Store Without a Home (Cabotstraat 1).