Poco después de las 22, el avión de TAM que traía a los barrabravas argentinos deportados de Sudáfrica tocó anoche la pista de Ezeiza, pero la novela, al menos para "los muchachos" está lejos de terminar. Es que según señaló al diario La Nación el dirigente K Marcelo Mallo, coordinador del viaje de los hinchas más violentos del país al Mundial, intentarán torcer en la justicia el "viaje de vuelta" y regresar a Sudáfrica, al menos para las instancias finales del torneo.
"Muchachos, tranquilos que vamos a hacer hasta lo imposible para que vuelvan a entrar los pibes. Lo que pasó es un acto discriminatorio", cuenta La Nación que le dijo Mallo a los barras de "Hinchadas Unidas Argentinas" que están en Sudafrica, preocupados no solo por la suerte de los deportados, sino por la posibilidad de que ellos corran la misma suerte. El inefable Mallo trabaja en busca de una estrategia que permita que los barras expulsados puedan regresar al Mundial, y esgrimen como argumento a lo que consideran una "discriminación" que hace algunos meses, varios de los barras estuvieron en Sudáfrica sin que ellos merezca respuestas de las autoridades de aquel país.
Los diez barras que fueron deportados son: Sergio "Flay" Roldán, que apenas tocó tierra anoche fue detenido y enviado en otro avión a Tucumán, Diego Gómez, Mariano González, Luis Tucchi, "Pillín" Bracamonte, Juan Duarte, Pablo De Respinis, Julio Navarro y Emiliano Tagliarino.