Oscar era un niño de ocho años que jugaba el sábado a la noche en la vereda de su casa, en la localidad de Libertad, Merlo.
Todo era normal, hasta que una bala perdida le ingresó por uno de sus ojos y lo mató en el acto.
El menor encontró la muerte por un enfrentamiento entre dos bandas, por el dominio de una serie de terrenos desocupados.
La bala fatal fue disparada desde un terreno tomado en el barrio; no fue la única, ya que otras impactaron a una nena de diez años en la cola, a una de nueve en el omóplato y a un hombre en el tórax.
“Adentro de la casa se había festejado un cumpleaños", explicó Rosa Ruíz, prima de Oscar, según citó Clarín. La mujer contó que la madre de Oscar salió apenas escucho los tiros, levantó a su hijo "pero ya estaba con la cara ensangrentada".
Si bien el niño fue trasladado de inmediato a la clínica privada Libertad, ya nada se pudo hacer: llegó muerto.
La dramática situación duró cerca de una hora, entre las 21 y las 22 del sábado pasado, en el cruce de Ugarte y Tuyuti, en el barrio Unión del Oeste del Gran Buenos Aires.
Enfrente, un predio de 60 hectáreas está ocupado desde octubre pasado y, entorno a él, gira una puja territorial y de poderío en el marco de la venta de drogas.
Vecinos y testigos del hecho cortaron la ruta 1003, lindera al asentamiento. Antes, incendiaron varias casillas, en una clima de tensión, bronca y dolor.
“Hay que prender fuego todo” decían, justificándose en que "no nos queda otra que hacer justicia por mano propia”.
Los problemas habrían comenzado dos semanas atrás por una pelea entre dos bandas narco por el dominio de la zona. La muerte de Oscar fue tomada por los vecinos como consecuencia de esa lucha de poder. Desde el Municipio de Merlo afirmaron que "se está investigando" la situación.
"Sabemos que había cuatro jóvenes tomando alcohol en una esquina y que alrededor de las 21.30, desde la toma, salieron a dispararles. Una de esas balas alcanzó al nene”, manifestaron.
En el lugar del tiroteo, efectivos policiales hallaron vainas servidas de pistolas calibre 9 milímetros, 40 y 380.
“Pedimos justicia. Esta zona es tierra de nadie, están a los tiros”, sostuvo Marisa, la mamá de Oscar, a la prensa. El papá, a su turno, solo aitnó a mandar un mensaje por la muerte del niño. “A todos ustedes, narcotraficantes, esto no va a quedar así”.
La causa está siendo investigada por la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 3 del Departamento Judicial Morón.