A poco de haberse cumplido un año del accidente que protagonizó el locutor Pablo García, hijo del periodista Eduardo Aliverti, en el que atropelló y mató a un vigilador privado que circulaba en bicicleta por la autopista Panamericana a la altura de Pilar, la Justicia ordenó la reconstrucción del hecho en un operativo que se realizó a medias.
La medida comenzó ayer a las 6 de la mañana en el kilómetro 52 del Ramal Pilar de la Panamericana, mano a Capital Federal, donde el 17 de febrero del año pasado ocurrió el accidente. Sin embargo, una hora y media después fue suspendida hasta el próximo lunes a las 5. Ese día se cronometrará el recorrido que hizo García desde el sitio del accidente hasta el peaje de Pablo Nogués, adonde llegó con el cadáver de Rodas incrustado en el habitáculo de su auto.
“Yo también quiero justicia y lo que pido es que se deje actuar a la Justicia”, dijo García horas después, en una entrevista con A24.
“Yo no me puedo sentar ni en el asiento del acompañante de un auto. Son muy fuertes las sensaciones que tengo; no soy un loquito que quiere volver a manejar”, enfatizó.
Además del imputado, en la reconstrucción estuvieron presentes María Inés Domínguez, fiscal a cargo del caso; la viuda de la víctima, Catalina Ramírez; y su abogado querellante, Roberto Damboriana, entre otros.
Con la idea de recrear las mismas condiciones en las que se produjo el accidente, se utilizó un Peugeot 504 similar y sin parabrisas que fue piloteado por un policía. También se usó un muñeco de igual peso y altura que representó a la víctima, Reinaldo Rodas, y una bicicleta igual a la suya.
A pesar de que se pudo ver a García indicándole a la fiscal Domínguez por dónde circulaba él y por dónde lo hacía Rodas, sus explicaciones no terminaron de convencerla: “No coincide el lugar del impacto con lo declarado en primera instancia; hay una diferencia en la ubicación”, remarcó la funcionaria.
García insistió con su versión manipulando el muñeco que simulaba ser la víctima para graficar cómo se le incrustó dentro del auto y cómo quedó en el asiento del acompañante.
El locutor reiteró que Rodas venía circulando por la línea punteada que divide el tercero del cuarto carril de la autopista, pero la fiscalía cree que el vigilador circulaba por el borde del cuarto carril o la banquina.
La fiscal ratificó que ella tiene acreditado en la causa que García tenía 1,45 gramos de alcohol en sangre y que, para ella, eso “es un agravante”. Según su consideración, una vez que concluya esta diligencia elevará la causa a juicio oral con García acusado de una “imputación alternativa” que incluye el “homicidio culposo agravado” (con pena de uno a cinco años de prisión) y el “homicidio simple con dolo eventual” (de ocho a 25 años de cárcel).
Al explicar las causas del dolo eventual, la fiscal dijo que García “es indiferente, toma alcohol, no le importó cuáles podían ser las consecuencias y por eso se produjo el hecho, en líneas generales”.