En Estados Unidos, una mujer fue condenada a pagar 220.000 dólares en concepto de daños a la industria grabadora por haber bajado música gratis desde internet y ofrecerla luego en la red. Pero el suyo no es el único caso que podría terminar en el pago de un resarcimiento a las empresas discográficas: en ese país, hay más de 26 mil personas que están atravesando procesos similares.
Jammie Thomas, de 30 años y madre de dos hijos, es una de las miles de personas querelladas por la Asociación de la Industria de la Grabación de Estados Unidos (RIAA) y la primera en ir a juicio tras negarse a cerrar un acuerdo prejudicial.
La RIAA, junto con Capitol Records, Warner Bros Records y Sony BMG, acusaron a Thomas por haber ofrecido ilegal y gratuitamente 1.702 canciones a través del sitio virtual Kazaa.
Thomas rechazó los cargos y aseguró no tener una cuenta en Kazaa, pero testigos convocados por la parte acusatoria convencieron al jurado de que Thomas utilizaba el seudónimo "tereastarr" en ese sitio.
El jurado ordenó a Thomas a pagar más de 9.000 dólares por cada una de las 24 canciones en las que se enfocó el caso.
Fuente: Télam