Desde ayer, las 18 salas del Museo Nacional de Bellas Artes que estaban cerradas desde el 2011 por remodelaciones reabrieron sus puertas al público. Las obras, que costaron unos $ 41 millones, involucraron al primer y segundo piso del edificio remodelado en 1930 por el arquitecto Alejandro Bustillo: en el primer piso, donde se ubican 16 de las salas, se instaló un moderno sistema de iluminación, y la fachada del edificio recuperó su color original. En el segundo piso, en tanto, hay dos salas de 460 m2 con obras de arte argentino contemporáneo.
En el acto de apertura, del que participaron Marta Minujín, Sara Facio, Miguel Rep y otros artistas, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner inauguró el área renovada del museo, que abarca 3.200 m2, y anunció la restitución de cuatro mil piezas arqueológicas pertenecientes a Ecuador y Perú.
Entre las novedades, hay una sala consagrada al artista argentino Antonio Berni, con obras que se exponen por primera vez, y el espacio “Las vanguardias regionales”, donde se reúnen trabajos de rioplatenses que llegaron de Europa, como Alejandro Xul Solar, Emilio Pettoruti, Pablo Curatella Manes y Pedro Figari. También se inauguró el taller para actividades recreativas, donde ya se dictan clases gratuitas para niños, jóvenes, personas con necesidades especiales y colegios.
Además, los visitantes pueden apreciar una selección de 320 obras en una curaduría novedosa que combina piezas del patrimonio argentino y otras internacionales del siglo XX, entre pinturas, esculturas, fotografía y grabados. Las salas pueden visitarse gratis de martes a viernes de 11:30 a 19:30, y sábados y domingos de 9:30 a 20:30.