"Estamos trabajando, siguiendo los lineamientos de la Fiscalía. Hemos venido a charlar tranquilos con Carola, la mamá (de Candela) y vamos a seguir trabajando", dijo anoche el jefe de la Policía bonaerense, Juan Carlos Paggi, cuando se acercaba a la casa de la familia de Candela, la nena de 11 años que desapareció en Hurlingham.
A cuatro días de que Candela desapareciera de la esquina de su casa, los investigadores continúan con los rastrillajes por el barrio y la familia y los vecinos siguen con la desesperada búsqueda de la nena.
"Vamos a trabajar hasta las últimas consecuencias, día y noche, y vamos a seguir trabajando hasta que aparezca Candela", dijo ante la prensa Carola, la mamá de la niña, mientras una multitud se reunía en la puerta de su casa para colaborar con la búsqueda.
Aunque trascendió que no hay una línea de investigación única, y pese a que la madre sospecha que la chica podría haber sido raptada por una red de trata de personas, en el caso están trabajando más de 300 efectivos policiales.
“Tenemos mil hipótesis y algunas han sido desechadas. Por ejemplo, desechamos que haya sido una venganza al padre de la menor, que se encuentra preso”, sostuvo, por su parte, el Ministro de Justicia y Seguridad de la provincia de Buenos Aires, Ricardo Casal en declaraciones televisivas.
En tanto, la mamá de Candela aseguró que ayer recibió varios llamados telefónicos presuntamente de parte de su hija, que luego comprobó que habían sido falsos. A su vez, pidió ante la prensa que se terminaran "las bromas pesadas" de los llamados falsos.
“Hay llamados que tienen mucha mala intención. Sigo luchando por mi hija, ayúdenme a encontrarla, por favor. Les pido que no inventen más nada. Llaman y nos dicen que es mi hija, y después la policía va y resulta que no es ella”, expresó Carola con dolor.
Candela Rodríguez, de 11 años, fue vista por última vez el lunes pasado, cuando fue hasta la esquina de su casa a reunirse con sus amigas de un grupo de scouts. Desde ese momento permanece desaparecida.