SOCIEDAD

Un bar nocturno rosarino provocó la ira de los italianos

Se lo conoce como "Palacio Berlusconi". Su dueño dice que sólo fue una broma de los clientes.

Silvio Berlusconi.
| Cedoc

Juan Cabrera es el encargado de un bar nocturno en Rosario que, sin saberlo, casi desata un escándalo internacional entre el gobierno rosarino y el italiano.

Ocurre que el bar de Cabrera, ubicado en Sarmiento 1112 de la ciudad santafesina, se llama "Clavel de B". La B, según el dueño, se refiere a Baco o Dionisio, dios del vino y el éxtasis según la antigua mitología griega. Pero su público decidió rebautizarlo "Palacio Berlusconi", en homenaje a las correrías del primer ministro italiano.

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La denominación provocó indignación en la Asociación Civil Insieme Argentina. Su presidente, Antonio Bruzzese, escribió una carta de protesta al intendente rosarino Miguel Lifschitz, argumentando: "¿Qué pasaría si en Italia se habilita un bar nocturno que lleve el nombre de Cristina Fernández de Kirchner?"

La noticia tuvo eco en la península itálica: el diario Corriere Della Sera anticipó que el tema puede convertirse en un caso diplomático y reprodujo las opiniones de Bruzzese, quien consideró el caso como "muy ofensivo, por el uso de uno de los máximos cargos del Estado. No es la intención juzgar la moralidad de Berlusconi o defender su persona".

 

"Fue por una broma de la gente que se lo empezó a llamar Palacio de Berlusconi", explicó por su parte Juan Cabrera al diario rosarino La Capital. "No quiero molestar a nadie ni juzgar la conducta de nadie. Lamento que se haya llegado a este momento, no fue nunca creado el lugar para que se llame Berlusconi y menos para molestarlo", agregó. El local, es conocido en la "Chicago argentina" por sus bellas mujeres, y no son pocas las denuncias sobre prácticas de proxenetismo en el mismo.  

El empresario recordó que su bar se llama el Palacio de Baco, "por eso en el estandarte que hay en la puerta, hay una copa de vino y un racimo de uva, el que sabe de mitología sabe que se refiere a Baco. Después a raíz de una broma quedó en la conciencia de la gente como Berlusconi, pero realmente no fue la intención molestar a nadie", insistió.

La municipalidad de Rosario aún no se expresó al respecto, pero el subsecretario de Gobierno, Miguel Pedrana, ya anticipó la respuesta: "Bajo el registro de nuestras inspecciones no existe en ese lugar ningún cartel con la palabra Berlusconi, ni que ofenda o genere alguna burla o concepto sobre su figura".