El Consejo de la Magistratura apercibió a un juez de menores por dejar hojas oficiales firmadas en blanco, pero no pudo probar otros cargos, como el de "acoso laboral" y "conducta indecorosa" en perjuicio de una empleada a la que habría sugerido que "quería tener diez hijos".
El plenario del Consejo aprobó este mediodía un dictamen elevado por la Comisión de Acusación y Disciplina, apercibiendo al titular del juzgado de menores Nº 7, Enrique Velázquez, quien fue denunciado por la Unión de Empleados de la Justicia de la Nación (UEJN), la gremial de los trabajadores judiciales.
"Se encuentra debidamente acreditado que al menos en dos oportunidades en que se ausentó del juzgado dejó hojas firmadas en blanco a sus secretarios, algunas de las cuales fueron utilizadas para realizar proveídos", dijeron los consejeros.
Sobre el juez pesaban siete acusaciones: presión indebida sobre secretarios, conducta indecorosa con una empleada, trato incorrecto hacia otras, ordenar a una mujer un procedimiento en la villa 21 "sin evaluar el riesgo al que la exponía", utilizar tickets de consumos propios para gastos de funcionamiento y a personal del juzgado para trámites particulares, además de dejar firmadas, en blanco, hojas oficiales.
Si bien sólo fue apercibido por el último, el Consejo formuló graves apreciaciones acerca del resto.
Sobre la "conducta indecorosa" hacia la empleada, que consistió en "insinuaciones impropias", según el dictamen, el Consejo sostuvo que " no puede ponerse en duda que las frases que se atribuyen al magistrado resultan rayanas con la insolencia, la vulgaridad y el mal gusto".
Pero descartaron sancionarlo porque no se consideró que ellas, "proferidas en el contexto del ámbito laboral y en presencia de otros empleados del Juzgado, constituyan acoso laboral en la modalidad de acoso sexual".
La empleada relató que el juez le habría dicho que "la llevaría de viaje al Caribe", "que se quería casar con ella y tener diez hijos", y que "compraría una caja de Viagra", expresiones que hicieron sentir "mal y avergonzada" a la mujer.
El juez reconoció parcialmente los hechos, pero les asignó un significado distinto y argumentó que "como había mantenido con la nombrada una situación tensa de trabajo, intentó alivianar la misma. Entonces a veces le expresaba galanterías tales como 'que la apreciaba', 'que la respetaba', y otras veces en forma jocosa le manifestaba que 'si quería se casaban o se iban al Caribe'".
Sobre los tickets, un testigo dijo " haber visto al juez recogerlos de cestos de basura, cuando eran gastos personales efectuados por empleados, tales como de pizza y agua".
El juez negó esa imputación y el Consejo entendió que "no hay prueba que permita acreditar que Velázquez rindió como gastos de funcionamiento del juzgado erogaciones de carácter personal".
En cuanto a la utilización de empleados del juzgado para trámites personales, testigos relataron que el juez les pidió "que compren medicación en la farmacia del Poder Judicial", y que "paguen una cuota del colegio" de sus hijos, entre otras.
"No se considera que las diligencias delegadas por el juez hayan resultado apremiantes".
Velázquez sí fue apercibido por dejar hojas en blanco firmadas para que se completaran con trámites en su juzgado, y según un testimonio, una vez lo hizo "ya que se iba a navegar".
"Debió ponderar que, eventualmente, esas hojas podían ser utilizadas para fines distintos a los que él, en su condición de Magistrado, hubiera proyectado", advirtió el Consejo.
Velázquez también fue investigado en el marco de una causa penal, la 67.387/04, en la que fue sobreseído por el juzgado de Instrucción Nº 11 el 8 de marzo de 2005.
Fuente: DyN