La argentina Ana María Arroyos, de vacaciones en un crucero por el Caribe, está desde hace quince días en coma farmacológico inducido en un hospital de Kingston, en Jamaica. Su familia está desesperada y pide un avión sanitario para repatriarla lo antes posible, porque la asistencia que está recibiendo “no cuenta con los recursos hospitalarios necesarios”, según explicó ayer su hermano, Omar, al canal TN. “Necesitamos traerla de forma urgente, porque su vida corre peligro, y ni la empresa Assist Card –el seguro de salud contratado por la viajera– ni Cancillería nos han dado aún una respuesta favorable”, agregó.
Tras una estadía en Miami, Ana María abordó un crucero de la línea Norwegian Cruises con su hija menor, Celeste. El 12 de abril presentó fuertes dolores abdominales, por lo que consultó al médico a bordo y fue diagnosticada con una gastroenteritis aguda, por lo que fue medicada para ese diagnóstico. Pero como los dolores continuaron, el capitán del crucero decidió que la quilmeña, que trabaja en el Banco Ciudad de Buenos Aires, debía descender en la primera parada, la capital de Jamaica, para una atención mayor “ya que no estaba a su alcance lo necesario dentro de la nave”, explicó su hermano.
Su hija de 22 años, que la acompañaba en el viaje, se opuso al descenso en Kingston y fue “obligada a descender por la fuerza y esposada. Las abandonaron”, agregó. Allí “fue operada porque tenía los ovarios llenos de pus y se dañaron sus pulmones, porque estuvo cinco días sin asistencia respiratoria, por lo que está en coma inducido”, dijo la otra hija de Arroyos, Mariana.
Ayuda. “Mi hermana necesita volver. Sólo puede hacerlo en un avión sanitario, y lo necesitamos hace quince días”, dijo.
Los compañeros de trabajo de la mujer armaron una página en Facebook para pedir ayuda tanto para afrontar los gastos de internación de Ana María como para el traslado.
“Por ahora no hay regreso confirmado. Assist Card prometió hacerlo, pero aún no lo aseguran. Y el avión que nos prometieron se está acondicionando desde el Ministerio de Salud y está frenado por Cancillería”, dicen en la red social. “Nos hicieron perder diez días”, se lamentó a su vez su hermano Omar.
Los costos de internación en el hospital de Kingston ascienden a 4 mil dólares por día, y ya se llevan gastados cerca de 70 mil, informaron los familiares. El seguro sólo cubrió 20 mil, y la familia no puede hacerse cargo del saldo que continúa sumándose, por lo que piden colaboración a través de la página en Facebook.