El conductor de Animales Sueltos, Alejandro Fantino, habló con Perfil.com en el marco de la Gala de revista Caras y aseguró que, en caso de poder entrevistar a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, la cuestionaría sobre los casos de corrupción, por su vínculo con Lázaro Báez y los procesamientos del vicepresidente Amado Boudou.
Durante un 2015, el periodista confirmó continuará con el programa pero seguramente hagan algún cambio. “Animales tiene su impronta, pasó por un montón de cosas y de cambios. Lleva siete años al aire y pensamos agregarle contenido. Seguimos un año más en América y va a tener todo lo que tiene, pero algo le vamos a agregar, no quitar”, aseguró.
En relación a las entrevistas mano a mano, el conductor aseguró que, al tratarse de un año electoral, seguramente haya muchas relacionadas a la política. “El entrevistado político es muy difícil porque a veces se enmascara y tenés que estas decodificando para poder hacer la repregunta justa”, explicó y sostuvo: “soy de la idea de que para conseguir buenos títulos no tenes que agredir ni presionar”.
De poder tener un mano a mano con la Presidenta, Fantino explicó que no podría no preguntarle por “Lázaro Báez, por los casos de corrupción que están en la Justicia, por el caso de Boudou, la economía, la relación con los medios y por el poder. Básicamente eso llevaría una buena nota”. Sin embargo, aclaró que “una cosa es decirlo acá y otra cosa es que te sienten, te prendan la luz y hacer una nota en Casa de Gobierno. No es fácil”.
Motochorro. El periodista se refirió también a la excarcelación del motochorro Gastón Aguirre y mostró su repudio al considerarlo “una rata”. “A mi me parece una vergüenza que este libre. Entiendo que hay un juez que lo determina y no habrá tenido herramientas para dejarlo preso pero la imagen que dió al mundo es la clase de personajes que en la Argentina no tienen que tener más lugar”, disparó.
Finalmente, Fantino aseguró que “un tipo del cual dependes que aprete o no el gatillo para seguir viviendo es una rata” y que no le interesaría entrevistarlo porque “éticamente me dejaría muy lastimado como periodista”. “No me da la cabeza para hacerlo”, concluyó.