El Senado bonaerense aprobó anoche una norma que autoriza la instalación en las rutas provinciales de radares para controlar la velocidad de los vehículos. La Cámara alta sancionó una iniciativa que adhiere a la Ley de Tránsito Nacional y que, entre otros puntos, faculta a las autoridades de gobierno a designar nuevos jueces en la materia.
La ley establece la colocación de 180 radares (140 fijos y 40 móviles) que serán distribuidos en las principales rutas del territorio bonaerense.
Los automovilistas deberán ser advertidos del control de los radares con carteles indicativos visiblemente ubicados en su zona de acción. En el caso de incurrir en alguna infracción, la policía tendrá la misión de informar a los conductores de la sanción que le corresponderá, pero deberá hacerlo a no más de diez kilómetros de donde la cometió.
Las velocidades máximas permitidas serán de 110 kilómetros por hora en la rutas y de 130 en las autopistas. La ley ordena a los moticiclistas la utilización obligatoria del casco y de un chaleco reflectantes en el que estará impreso, con una tipografía visible, el número de patente del rodado.
Las multas para los desaprensivos conductores que quieran desafiar los límites de velocidad pueden hacer reflexionar a más de uno: llegarán hasta 2.000 pesos.